Agentes medioambientales reivindican «centros adecuados de trabajo» para evitar ataques vandálicos



2022-08-16 04:30:45

Ocurre con bastante frecuencia, demasiada. Los actos vandálicos contra vehículos de los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León se suceden «todos los años» y localizar a sus autores es tarea imposible salvo que se les pille in fraganti, haya testigos dispuestos a hablar o cámaras de seguridad en la zona. El último episodio, registrado el domingo en la provincia de Burgos, vuelve a poner de manifiesto la situación de indefensión a la que se enfrenta este colectivo. 

La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León (Apamcyl) lleva tiempo poniendo sobre aviso al Gobierno autonómico para que tome cartas en el asunto. Entre otras cosas, porque determinadas acciones repercuten directamente sobre la prestación del servicio.

Sin ir más lejos, el último suceso, acontecido en la comarca de Juarros, dejó «inoperativos» tres vehículos «en plena campaña de incendios forestales» después de que una o varias personas rajasen las ruedas. Teniendo en cuenta que el ataque se produjo durante la madrugada del domingo y que ayer era festivo, su reparación ha tenido que esperar hasta el día de hoy. 

¿Qué medidas podrían adoptarse para evitar este tipo de situación? Para Escolar, lo ideal sería que la Junta habilite «centros adecuados de trabajo», con «vestuarios» y «garajes», para que los agentes medioambientales hagan «guardia desde allí». No solo en aquellas provincias o comarcas con mayor grado de conflictividad, sino «en toda Castilla y León». 

Según el protocolo vigente, los agentes tienen la posibilidad de utilizar los vehículos oficiales para desplazarse desde sus domicilios hasta los centros de trabajo. El problema, advierte el presidente de Apamcyl, reside en que se corren grandes riesgos de vandalismo con «los coches durmiendo en la calle»

Ruedas pinchadas, espejos rotos, lunas reventadas… La presencia de estos vehículos en la vía pública conlleva asumir esta serie de daños por parte del Ejecutivo regional, que prefiere apostar por el renting y los seguros a todo riesgo. De esta forma, las guardias se pagan por disponibilidad y no por localización, lo que conllevaría un mayor gasto de personal y, al mismo tiempo, una capacidad de respuesta mucho más rápida. 

Otro de los peligros latentes de esta modalidad es el atentando contra vehículos particulares. Por ejemplo, sin un agente medioambiental trabaja en una localidad determinada, deja allí el coche oficial porque no reside allí y se desplaza en su vehículo particular, corre el riesgo de que alguien tome nota y ejerza represalias a posteriori. Y no es un mero supuesto. Escolar tiene constancia de unos cuantos casos y mucho se teme que sigan ocurriendo si no se adoptan soluciones al respecto. 

Sea quien sea el propietario del vehículo, de poco sirve denunciar a la Guardia Civil. Al igual que con los incendios forestales, o con las amenazas de muerte a base de pintadas, determinar la autoría resulta muy complicado. No obstante, Escolar recuerda que en una ocasión no se limitó a acudir al cuartelillo, sino que también hizo lo propio ante la Junta por «violencia en el trabajo»

«En un mundo paralelo»

Tampoco pasa por alto Apamcyl la gestión de los incendios forestales por parte del Gobierno de coalición entre el Partido Popular y Vox. Incapaz de comprender que la Junta esgrima que «todo va bien» pese a la falta de medios en plena ola de calor, lamenta que parte de la ciudadanía haga suyos determinados «mantras que se repiten tantas veces y que son totalmente falsos» como las críticas al ecologismo alegando que «no se deja cortar nada».

En su opinión, las declaraciones de responsables políticos como Juan Carlos Suárez-Quiñones o Juan García-Gallardo vienen a demostrar que «viven en un mundo paralelo». Básicamente, porque «están en la élite y han nacido para mandar».  



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