El Ayuntamiento de Aranda quiere digitalizar todo el ciclo del agua en la ciudad, tanto el suministro de agua potable como el circuito de las residuales. Para ello se ha planteado un proyecto por el que se van a cambiar los más de 15.000 contadores de agua que hay operativos por otros que permitan la lectura telemática. Esta iniciativa, además de facilitar la facturación de la tasa municipal, permitirá localizar de forma más rápida y eficiente las posibles fugas para poder solucionarlas con mayor celeridad y, por lo tanto, minimizar pérdidas de agua.
Este proyecto tiene un presupuesto que supera los tres millones de euros y se pretende presentar a una nueva convocatoria de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transición y Resiliencia, cuyo plazo para registrar las propuestas acaba mañana viernes. El proceso tiene un plazo de ejecución entre el segundo trimestre de este año y finales de 2025 y el Ayuntamiento busca optar a estas ayudas, que sufragarían hasta el 90% del coste total.
El cambio telemático del circuito del agua potable permitirá también controlar cualquier incidencia enseguida y tener unos tiempos de reacción para solucionarlo más cortos, porque el sistema enviaría un mínimo de cuatro mediciones del caudal al día, lo que serviría para controlar los consumos y localizar mediciones que se salgan de la normales. Para ello, la actual sectorización de la red de suministro de agua potable, que se divide en cuatro zonas de abastecimiento (núcleo urbano de Aranda, Calabaza, Costaján y Sinovas) se parcelará en más tramos, para que las lecturas sean más precisas.
Para materializar este cambio, el Ayuntamiento contrataría una oficina técnica para controlar los trabajos pero la sustitución de los contadores se hará con medios propios, aunque se estima que habrá que contratar personal para llevar a cabo estos trabajos. Además de los contadores telemáticos se precisa la implantación del software compatible con este sistema.
Otra de las propuestas que incluye este proyecto es la mejora del proceso de bombeo desde los pozos que abastecen Aranda, que extraen cerca de 4,5 millones de metros cúbicos al año, para lo que precisa un constante consumo de energía eléctrica. Para reducir el impacto de este gasto energético, se quiere instalar una planta fotovoltaica que reducirá el coste del consumo un 15%.
Aguas residuales. El proyecto también tiene en cuenta los vertidos de aguas residuales, tanto a través de la estación depuradora como de los aliviaderos que vierten directamente al río. En el caso de la depuradora se busca mejorar su monitorización para tener mayor detalle de los consumos eléctricos de estas instalaciones además de instalar medidores de pH para controlar las condiciones en las que se devuelve el agua al cauce del río Duero.
Hasta ahora, lo que se realiza sin control alguno es la cantidad de vertidos que llegan al río a través de los distintos aliviaderos con los que cuenta el sistema de aguas residuales de Aranda. Para solventar esta situación, el proyecto contempla la instalación de caudalímetros en los aliviaderos que están en la margen derecha del cauce, así como en el que corresponde a los vertidos del PRAU Centro Cívico y los dos tanque de tormentas, tanto el de esta zona arandina como el que se encuentra ubicado en el barrio de Sinovas.
Fuente original: www.diariodeburgos.es
