Los operarios de la UTE formada por las empresas Cabero Construcciones y Geoxa ya están trabajando en el Consulado del Mar, que a lo largo de los próximos meses se someterá a una profunda reforma encaminada a mejorar sustancialmente las condiciones del histórico inmueble.
Tras varias semanas de espera después de la firma del contrato entre la Diputación y la UTE adjudicataria de la obra, la actividad ya es plenamente visible en un edificio enclavado en pleno centro de la capital. Esa ubicación, de hecho, ha sido la que ha provocado el pequeño retraso en el inicio de las obras.
Y es que, tal como explica el diputado provincial Ramiro Ibáñez, la planificación de los trabajos ha tenido que adecuarse a la normativa del Ayuntamiento de Burgos, que impedía la colocación de una grúa y limitaba las posibilidades de ocupación del suelo en mitad del paseo del Espolón.
Sea como fuere, esos trámites ya se han cumplido y desde hace unos días se está trabajando en el edificio. Para ello, además, ha sido necesario el traslado previo de todos los organismos y entidades que hasta ahora operaban desde el inmueble. Sodebur se mudó meses atrás a la plaza de Bilbao, mientras que la Academia Provincial de Dibujo ya se ha instalado provisionalmente en las instalaciones de la UNED y la Institución Fernán González se ha mudado a la biblioteca de Fundación Cajacírculo.
18 meses de obras
En principio, las obras, adjudicadas por un presupuesto de poco más de dos millones de euros (IVA incluido), se prolongarán durante 18 meses, por lo que no culminarán hasta el último trimestre de 2024. El coste de la obra será asumido por la Diputación, propietaria del inmueble, aunque contará con una aportación de 516.000 euros a través de los fondos europeos Next Generation.
Dicha subvención va destinada a sufragar la parte de la obra destinada a la eliminación de las barreras arquitectónicas y ha de estar justificada antes de finales de este año, por lo que los esfuerzos iniciales se centrarán en la ejecución de los trabajos contemplados en dicho ámbito.
El proyecto contempla la limpieza del exterior del histórico inmueble y una profunda reforma de su interior, para adaptarlo a la realidad del siglo XXI. Para ello, se cambiará la cubierta y se instalará un sistema de ventilación planteado para reducir al mínimo los consumos energéticos del edificio. También se reformarán los espacios, mejorando la accesibilidad y dotando de nuevos elementos los diferentes espacios de las tres plantas.
Fuente original: www.burgosconecta.es