Briviesca construirá más tumbas y mejorará la zona exterior del cementerio

Las sepulturas en el cementerio de Briviesca escasean desde hace años y según los datos que aportan fuentes municipales tan solo quedan cinco panteones libres -en los cuales entran hasta tres ataúdes- por lo que la construcción de nuevos espacios en tierra urge. A pesar de que la cremación gana adeptos en la ciudad como opción, todavía son muchas las familias que prefieren utilizar los servicios más tradicionales. Tras años de promesas incumplidas por los diferentes equipos de gobierno sobre la necesaria ampliación, el gobierno local liderado por José Solas asegura que destinarán «una partida en el Presupuesto de 2024 para ello y también para arreglar la entrada, sobre todo la zona izquierda porque está mal».

En los del ejercicio de 2022 se incluyó una partida de 50.000 euros para llevar a cabo unas actuaciones similares que nunca llegaron y en el del año actual otra de 4.500 que no se ha empleado para tal fin. Tampoco hay constancia de que exista un proyecto redactado para comenzar unas obras que no acaban por llegar. Solas, consciente de que los espacios se han reducido considerablemente en los últimos tiempos, se compromete a que «las obras se ejecutarán» en la zona del último patio que queda libre, aunque por el momento no adelanta el montante que irá destinado a ello. 

El lugar ocupado por los columbarios y los nichos corre mejor suerte y el enterrador de la capital burebana desde hace más de veinte años, Roberto Urdiales, comenta que hay disponibles 49 y 120 espacios respectivamente, a pesar de que en los últimos doce meses la media de fallecidos se ha incrementado en torno a un 15% respecto a otras anualidades. «Este año se han enterrado en el cementerio de Briviesca a 70 personas, mientras que en 2022 fueron 60, en 2021, 56, y en 2020, 67», añade.  

Las obras que el Ayuntamiento plantea realizar en el campo santo -por el momento desconocen el número de sepulturas a realizar aunque sí será necesario dar continuidad al pasillo central que sube por encima de la capilla- contemplan también la mejora y reorganización de la zona exterior, por la que se accede. «La plazoleta presenta un estado bastante deteriorado de tierra con baches y los jardines están descuidados y repletos de excrementos de perros», declara el empleado municipal, que cree que se debería «urbanizar la entrada con una capa de hormigón o baldosa para dar una mejor imagen». Respecto a la necesidad de incrementar las plazas de estacionamiento, el regidor y su equipo no lo valoran.

En el supuesto que el proyecto se desarrolle a corto plazo sería la primera intervención ejecutada en las instalaciones desde el año 2008, momento en el que José María Martínez lideraba el Consistorio y se aprobó la ampliación del último patio, en el que ya se ha ocupado un tercio del espacio.

Mantenimiento y apoyo. Desde antes de verano, Urdiales cuenta con el apoyo de un auxiliar de cementerio a jornada completa ya que el Consistorio convocó la plaza, un hecho que «favorece al mantenimiento de las instalaciones y la rapidez en cuestiones de enterramientos, limpieza o labores de jardinería», de las que también se encargan. Por otro lado, la voluntad de algunos vecinos por conservar el lugar en buen estado, ayuda, y agradece que los «vándalos este año hayan respetado la zona», no como en otras ocasiones.
 



Fuente original: www.diariodeburgos.es