Con dos velocidades hay trenes, regiones, Europas y ahora también un túnel. El de La Engaña. El Gobierno de Cantabria se ha cansado de esperar a que la Junta de Castilla y León se pronuncie abiertamente sobre una colaboración entre ambas comunidades para la recuperación de este tramo emblemático de la línea de ferrocarril Santander-Mediterráneo y ha comenzado a desplegar en su territorio un ambicioso proyecto turístico, cultural e histórico para el valle pasiego de Vega de Pas, con la licitación de tres actuaciones con 3,255 millones de inversión, financiada con los Fondos Next Generation.
Mientras, en la Merindad de Valdeporres, nada saben de las intenciones del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, que en abril de 2021 se comprometió a estudiar los planes de Cantabria antes de pronunciarse. Este periódico ha intentado sin éxito obtener alguna repuesta o declaración de intenciones de la Consejería de Cultura y Turismo en el último año. El túnel sigue clausurado, debido a varios desprendimientos interiores que hacen imposible transitar de una a otra comunidad, aunque la parte burgalesa cada vez queda a más distancia de sus vecinos, relegada al olvido y a ver cómo los turistas pasan de largo o ni siquiera llegan.
En 2020, la Sociedad Regional Cántabra de Promoción Turística S.A. (Cantur) arrendó a Adif los terrenos hasta 30 de septiembre de 2050. El año pasado, el Gobierno regional declaró de interés público la recuperación paisajística, económica y ambiental del túnel de La Engaña y va a contratar las obras para construir una senda peatonal y ciclista por la vía verde del ferrocarril Santander-Mediterráneo entre la estación abandonada de Yera y la boca norte.
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