Costaría 5.000 euros por perro. El Ayuntamiento descarta abrir el centro de Acogida de Animales

El Ayuntamiento de Aranda de Duero lleva anunciando su apertura desde hace 8 años, pero el centro de Acogida de Animales que se construyó con los fondos del Plan E en el año 2010, sigue cerrado y nunca abrirá como espacio municipal.

Según explica el concejal de Medio Ambiente, Carlos Fernández, la apertura es inviable económicamente. El cálculo no deja dudas: con los costes actuales, cada perro hospedado costaría a las arcas municipales 5.000 euros. “No tiene sentido que los ciudadanos paguen semejante dinero cuando tenemos un servicio de recogida de perros que funciona muy bien”, asegura el edil, con la mirada puesta además en el núcleo zoológico que la empresa tiene en Burgos. “La única pega es que está en Burgos pero está muy, muy bien”, garantiza sin olvidar la red de adopción.

El Ayuntamiento cierra así la puerta a cualquier posibilidad de apertura. El edificio se construyó en la calle Segovia del polígono industrial Allendeduero, en el año 2010, con 100 plazas para perros y como novedad, 20 para gatos. El espacio pretendía terminar con los sacrificios que hasta entonces se producían cuando un perro no era adoptado en un tiempo determinado. “Ahora con la empresa de Burgos el sacrificio es cero”, subraya.

La obra del centro de acogida de animales costó 162.000 euros y se completaba con la puesta en marcha de unos huertos de ocio, que a día de hoy sí están operativos. En principio la obra contaba además con una subvención de 100.000 euros que comprometió la entonces consejera de Agricultura, Silvia Clemente, pero cuando llegó el momento del pago, su sucesora Milagros Marcos se desentendió, asegurando que no había nada por escrito y que no era competencia de la administración regional sino de la local. El Ayuntamiento peleó el pago pero no tuvo éxito. También tuvo que pagar un extra tras descubrir que la titularidad de la parcela no era del Ayuntamiento sino de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes).

Intentos de apertura

En la última década lo ha intentado abrir en diversas ocasiones. En el  2022 llegó a elaborar un pliego de licitación con un canon municipal de salida de 120.000 euros al año, pero la tramitación no llegó a prosperar.

La degradación del paso del tiempo junto a los robos y los actos vandálicos sufridos, ha obligado a realizar dos obras de mantenimiento, la última el año pasado, pero ya no hay marcha atrás. El futuro pasa por arrendar el edificio. “Lo mejor es alquilarlo por un módico precio”, defiende convencido de que las instalaciones encajarían a la perfección con un hotel canino porque “son muy buenas”.

Se reduce a la mitad el número de perros abandonos

Aunque ayer la Policía Local atendió a una camada de 6 cachorros, que había sido abandonada dentro de una bolsa de plástico en un contenedor de basura; la tendencia parece que está cambiando y según explican desde la Concejalía de Medio Ambiente, este año se han recogido 40 perros, la mitad que el año anterior. Además, casi todos tenían chip y la mayoría fueron devueltos a sus dueños porque se habían extraviado.

Atrás quedan años aciagos como el 2009, cuando se recogieron 105 perros y se adoptaron tan solo 28. Entre 2005 y 20015, Aranda recogió 933 perros abandonados o extraviados y solo el 25% fueron recuperados por sus dueños.

El nuevo contrato de recogida de animales funciona desde finales de 2020, tras un año sin servicio que asumió como pudo y sin ayuda, la asociación animalista Huellaranda. El actual servicio cuesta a las arcas municipales 45.000 euros; funciona las 24 horas del día y todos los días del año, incluidos festivos y domingos. Partiendo del objetivo de sacrificio cero, la eutanasia solo se aplica «en el caso de animales irrecuperables por motivos físicos o de agresividad» y siempre que esté justificado con un informe veterinario.

En cuanto a los cachorros tirados a la basura, la Policía Local está buscando al responsable o responsables.

Fuente original: elcorreodeburgos.elmundo.es