De ciénaga a oasis para las aves en Santa Olalla de Valdivielso

«Estamos escuchando ruiseñores bastardos, que son aves relacionadas con las zonas húmedas, estamos escuchando carboneros comunes… un trepador azul». Josu Olabarria, experto ornitólogo de la Merindad de Valdivielso y uno de los impulsores del proyecto de crear un humedal en la ciénaga de Santa Olalla, a medio camino entre esta localidad y Puentearenas, descifra los sonidos que se escuchan, aunque las aves se mimetizan y se ocultan entre la vegetación. Los carrizos invaden el terreno, pero cuando la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León haya ejecutado el proyecto de recuperación ambiental, que en su día le propuso el Ayuntamiento de la Merindad de Valdivielso, este espacio se habrá convertido en un nuevo ecosistema de humedal con una lámina de agua estanca permanente que favorecerá la presencia de aves nidificantes, aves invernantes o aves de paso propias de hábitats acuáticos estancos, diferentes a las que se pueden observar en el cercano río Ebro.

El pleno municipal aprobó el viernes la autorización de los trabajos, que ejecutará y costeará con 84.600 euros la fundación dependiente de la Junta de Castilla y León, y acordó disponer de los terrenos. Conseguir los 13.000 metros cuadrados que ocupará el humedal, hasta ahora en manos privadas, ha costado más de dos años. Ha sido una de las tareas más arduas para el alcalde de Valdivielso, Jokin Garmilla. Una vez localizados los propietarios de las seis parcelas se les presentó el proyecto y todos accedieron a cambiar por otras este suelo, que nunca han cultivado por el exceso de agua acumulada.

La fundación ha redactado el proyecto técnico que detalla como se extraerán cerca de 8.000 metros cúbicos de tierra, que se pondrán a disposición de los vecinos de Valdivielso. La finalidad es profundizar en la cota del terreno y facilitar que el agua, en un nivel freático muy superficial, inunde el terreno. Además de ello se plantarán 1.500 plantas y árboles, como serbales comunes, cerezos de Santa Lucía, espinos blancos o robles.

Valdivielso es un corredor de aves y otras especies entre los espacios naturales de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, al oeste, y Montes Obarenes-San Zadornil, al este, y forma parte de la Red Natura 2000, que conecta estos dos parques protegidos. Además, conservar humedales en zonas «a caballo entre los ecosistemas de montaña y los esteparios se considera muy positivo como áreas de descanso, refugio y alimentación para las especies migratorias», según indica el proyecto. Y es que en los meses de febrero y marzo, así como en septiembre y octubre, las aves que vuelen de sur a norte y de norte a sur, respectivamente, se detendrán a reponer fuerzas en Santa Olalla y también habrá especies del centro y el norte de Europa que permanezcan todo el invierno.

El alcalde considera que el humedal tiene «un doble aspecto, la recuperación de un espacio natural y un aliciente más para el turismo de naturaleza y ornitológico».  Para potenciar este último, el proyecto incluye un observatorio de aves, que se elevará un metro y medio sobre el suelo para que las vistas sean mejores, así como un aparcamiento y señalización.



Fuente original: www.diariodeburgos.es