Raúl Gredilla y su mujer, Esmeralda Bermejo, apenas llevan cuatro años viviendo en Covarrubias, la tierra natal de la madre de él, tras dejar Valladolid en 2019. Raúl se enamoró de la popular casa de Doña Sancha y junto a un socio la regenta como taberna. A partir del 17 de junio, este hostelero tendrá que hacer horas extras, porque ese día cogerá el bastón de mando del Consistorio para iniciar una nueva etapa y hacer olvidar a los vecinos esta legislatura que no acabó de la mejor manera y que quizás haya sido el detonante del resultado en las urnas. A apenas dos meses antes de las elecciones, dimitía el alcalde Millán Bermejo y asumía la Alcaldía el teniente de alcalde, Juan Eugenio Cano. Ha sido este quien ha encabezado la candidatura de continuación -aunque no con las siglas de CS como en 2019 sino del PP- con varios miembros más de su equipo de gobierno. La lista ha salido derrotada y eso que enfrente tenían un grupo novato en estas lides políticas, pero cuya propuesta parece que ha calado en los vecinos, como bien dice el que será el nuevo regidor. Son un grupo vinculado a Covarrubias, aunque no todos residen de forma habitual, pero sí largas temporadas, comprometidos con el pueblo y con ganas de aportar y hacer cosas por la villa. Están preocupados por la despoblación y son gente con inquietudes que quieren apostar por el medio rural.
Se da la circunstancia de que en ese grupo que conformó la lista hay dos parejas, el del propio Raúl y Esmeralda, que también será concejala, y Carlos y Yolanda; esta también estará en el Ayuntamiento, pero no así él, que iba en el puesto 7. Gredilla explica que no tienen un programa que contemple grandes obras, «lo único que hemos asegurado y nos comprometemos es a trabajar por el pueblo, echarle horas e intentar mejorar cosas, manteniendo las que están bien, escuchar a los vecinos e intentar resolver sus problemas», apunta.
Por su parte, el aún alcalde, Juan Eugenio Cano, se mostraba ayer tranquilo tras perder las elecciones y pasar al banco de la oposición. Asegura que ese es el juego democrático y hay que aceptarlo. No cree que en la derrota haya tenido nada que ver que ahora se presentaran por el PP. «Aquí se vota a la persona, no al partido», dice. Cano añade que espera que el PSOE lo haga bien y que ellos estarán ahí para echar una mano.
Y si el PSOE ha dado la sorpresa en Covarrubias, no menos ha sido la campanada en Lerma, donde la candidatura encabezada por María del Carmen Castrillo y con Miguel Ángel Rojo -que fue investido alcalde en 2019 hasta la moción de censura del PP- en el puesto tercero y varias caras nuevas, se impuso a la lista de la alcaldesa Maribel Sancho. El PSOE volverá a gobernar la villa ducal y eso que hubo hasta dudas de que los socialistas lograran hacer lista. No solo la conformaron, sino que han despertado el interés de sus vecinos, que les han apoyado mayoritariamente sacando 6 ediles por 5 del PP, que se ha llevado una gran decepción después del «gran trabajo» que han llevado a cabo, dice Sancho.
Por su parte, Castrillo asegura que ellos no se habían puesto números, sino «al servicio de los ciudadanos y qué estos eligieran». Añade que han puesto sobre la mesa lo que no les gusta y apostado por lo que creen que Lerma necesita, como la residencia de ancianos y centro de día, que será su proyecto estrella, zonas verdes, paseos, eliminar barreras arquitectónicas o estudiar la regulación del tráfico en la villa. De igual manera, valorarán los proyectos en los que el PP estaba trabajando y siempre que sean beneficiosos para la villa y la comarca, seguirán adelante, dice.
Castrillo asegura que ya en otras ocasiones el PSOE le había propuesto ir en sus listas, pero no consideraba que fuera el momento. Ahora ha llegado y se «entregará en cuerpo y alma a la villa». Reconoce que excepto Rojo, los demás no tienen experiencia, «pero toda la candidatura es un equipo y todos trabajaremos juntos con el respaldo detrás del Partido Socialista».
Por el contrario, en Pradoluengo será el PP quien recupere la Alcaldía tras 8 años con el socialista Antonio Arauzo en el sillón, que dice estar dispuesto a seguir trabajando. La nueva regidora será Susana Diez, alcaldesa pedánea de Garganchón desde hace 12 años. Asegura que en la villa textil había ganas de cambio y se ha apostado por una lista más joven. El nuevo equipo quiere recuperar la alegría en el pueblo, con fiestas populares que había y se han perdido, «porque atraen a gente y eso repercute beneficiosamente en la villa». El PP tiene sobre la mesa algunos proyectos ya tramitados esta legislatura, como la reforma del Consistorio y el mercado, pero además, pretenden rehabilitar la plaza de toros y sacarla partido para eventos culturales, y revisar algunas decisiones anteriores, como la gestión del albergue Adolfo Espinosa para ver si sigue como está o se cambia.
Otro vuelco se ha dado en Santa María del Campo, donde el independiente e histórico Dositeo Martí pasa a la oposición y se alza el PP, con María Jesús Lara, a la Alcaldía.
Es la primera vez que se embarca en esta aventura municipal y lo cierto es que reconoce que ha sido una sorpresa que hayan ganado por mayoría absoluta. Como mucho, dice, pensaba en dos o tres ediles, pero reconoce que su candidatura contaba más con el apoyo juvenil. De hecho, Martín cree que ellos «han pagado» la decisión de no ceder a los jóvenes el polideportivo para la fiesta de los quintos desde la pandemia.
Lara, a quien el propio Dositeo le había ‘tentado’ para su lista, trabajará con todas sus fuerzas para traer aires nuevos al pueblo y revitalizarlo. Apoyo al sector primario y la economía circular, hacer comarca, mejorar infraestructuras, visibilizar el potencial cultural y turístico del pueblo y unir a los vecinos son algunas de sus propuestas.
Fuente original: www.diariodeburgos.es