Granizada y una «tremenda» tromba de agua en la Ribera del Duero

El reloj marcaba las cuatro de la tarde cuando, de repente, una tromba «tremenda» sorprendió a los vecinos de Quintana del Pidio. «Las calles parecían un río», dice Mónica, residente en la localidad ribereña. No es para menos. En apenas 20 minutos cayeron más de 40 litros de agua y granizo, que inundaron prácticamente todas las tierras de la zona baja del pueblo y provocaron más daños aún tanto en las parcelas de viñedo como de cereal.

El diluvio alcanzó tal fuerza que tapó numerosas cunetas por completo y escarnó un sinfín de tierras.  En varias parcelas de viñedo, el agua se llevó por delante más de 20 centímetros de tierra, algo «dramático» para Daniel Maestre, viticultor de Quintana del Pidio, ya que, según precisa, «cada centímetro de tierra cuesta años generarlo».

En total, Maestre calcula que prácticamente todo el núcleo alrededor del pueblo ha quedado afectado, en mayor o menor medida, por la tromba y el granizo. Es decir, unas 200 hectáreas entre las que se incluyen unas cuantas de cebada o girasol, sembrado hace apenas unos días, y que ha quedado encharcado por completo. «Está perdido. Con tal cantidad de agua, se forma una costra y las pipas no nacen», lamenta.

Finca de girasol recién sembrada e inundada en Quintana del Pidio, ayer tarde.Finca de girasol recién sembrada e inundada en Quintana del Pidio, ayer tarde.

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Fuente original: www.diariodeburgos.es