Es una de las principales reivindicaciones de los viticultores de Castilla y León: lograr un registro vitícola único que termine con las divergencias que a día de hoy hay entre la base de los Consejos Reguladores y la de la Junta, y la Ribera del Duero ha sido la primera en dar este paso pionero.
Promovido por la Asociación de Bodegas Asebor, el Consejo Regulador Ribera del Duero acaba de firmar un convenio de colaboración con el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo, y como primer paso se creará un grupo de trabajo para depurar las incidencias y que todo confluya en una misma base de datos gráfica, coordinada, conectada y con garantías. “Aunque pueda parecer un convenio menor es la piedra Rosetta de la lucha contra la burocracia. Tener un registro vitícola unificado va a permitir que podamos avanzar en la simplificación burocrática, uno de los grandes retos de la Denominación de Origen”, recalca desde la junta directiva de la Asociación de Bodegas Asebor, Antonio Díez Martín, con la mirada puesta en temas determinantes como la declaración de la cosecha, que con el registro único se podrá hacer por fin con la aplicación Bacchus. “A día de hoy más de la mitad de las parcelas no están identificadas de forma correcta”, añade su compañera de comisión, Paula De Santiago Torío.
El grupo de trabajo estará formado por dos representantes del Consejo Regulador (de Asebor) y dos de la Junta de Castilla y León, concretamente del departamento de Ordenación del Territorio y del Instituto Tecnológico ITACYL. “La prioridad es ir adaptando el registro a las nuevas herramientas de los recintos SigPac ya que es la forma de poder garantizar una trazabilidad completa”, subraya.
Aunque son conscientes de que es un pequeño avance, “tener un registro vitícola unificado va a suponer abrir horizontes nuevos en la ansiada simplificación burocrática así como generar nuevas herramientas interconectadas para acabar con las duplicidades a las que se ven sometidos los operadores”.
Asebor lleva años trabajando en este sentido y este año dio un paso más dando voz a un campo que está asfixiado por la excesiva carga burocrática.
En palabras del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo: “este convenio simplifica trámites burocráticos para hacerle a los viticultores la vida más fácil en su día a día”. “Queremos que se dediquen menos a hacer papeles y más a seguir haciendo los grandes vinos de calidad que se hacen en Ribera de Duero”, destaca.
Fuente original: www.elcorreodeburgos.com