Karst es el nombre alemán de una región de la actual Eslovenia, cuyo paisaje exhibe unas formas características e inconfundibles. Por extensión, se aplica a todas aquellas regiones en las que predominan los procesos de disolución del sustrato rocoso y las aguas se infiltran con rapidez, a través de fisuras y accidentes del terreno, y excavan conductos subterráneos.
Estos evolucionan, profundizan, se intercomunican, crean redes extensas y organizan el drenaje de las aguas hacia el exterior en manantiales «kársticos» como el célebre Pozo Azul, de Covanera. El karst se asienta generalmente en rocas carbonatadas, como las calizas y las dolomías, aunque también puede desarrollarse en otros materiales solubles, como el yeso, la sal gema e incluso el hielo —aunque, en este caso, las cavidades subglaciares resultado de su acción pueden tener una existencia a veces efímera—.
El paisaje kárstico se caracteriza por la presencia de formas superficiales singulares, como los lenares (también llamados ‘lapiaces’), las depresiones cerradas o ‘dolinas’, los sumideros, los cañones, las ‘resurgencias’ (o manantiales kársticos) y formas subterráneas, como las cuevas y las simas, con sus correspondientes galerías, salas, pozos y formas de relleno o ‘reconstructivas’, como las concreciones (estalactitas, estalagmitas, banderas, columnas, ‘gours’...). Los terrenos kársticos exhiben en el exterior parajes bellos y espectaculares, no siempre bien conocidos por el público.
Bajo tierra existen cavidades notables. Algunas lo son por su belleza, mientras que otras poseen desarrollos kilométricos o enormes desniveles, con pozos verticales de centenares de metros de caída libre y salas con volúmenes que podrían albergar en su interior alguna catedral. Muchas cuevas contienen yacimientos arqueológicos o paleontológicos de singular importancia, o constituyen los puntos de acceso a acuíferos kársticos cuyas reservas de agua son generalmente poco explotadas.
Diez hitos del karst en Burgos
La mayoría de las cavidades burgalesas de mayor desarrollo o desnivel se concentran en el norte de la provincia, en los dominios de la Cordillera Cantábrica. La red principal de Ojo Guareña, en la Merindad de Sotoscueva, con sus 111 kilómetros topografiados, es la cuarta de las conocidas en España por su extensión y la decimoctava del mundo.
El mencionado Pozo Azul, que recientemente ha sido noticia por el nuevo récord de distancia alcanzado por un equipo internacional liderado por el explorador británico Jason Mallinson, es el «sifón» de mayor longitud de España. Por su parte, la Fuente Azul, en Hortigüela, es la cavidad inundada más profunda del país.
La Sierra Salvada cuenta, entre otras, con la Red del Hayal de Ponata, con cerca de 90 km topografiados, mientras que los Montes del Somo y Valnera albergan varios complejos subterráneos kilométricos y la totalidad de los pozos de más de 100 m de profundidad existentes en la provincia. Entre ellos destaca el llamado Pozo Amable, de 253 metros de vertical absoluta, en el interior de la Torca de los Morteros.
Por la importancia de sus yacimientos arqueológicos y paleontológicos, cabe citar tanto Atapuerca como Ojo Guareña, aunque también son dignas de resaltar Valdegoba, en Huérmeces, o Penches, en Barcina de los Montes, así como el santuario romano de la Cuevaomán, bajo la ciudad de Clunia, en Peñalba de Castro, o las inscripciones, también de época romana, de la Cueva del Puente, en Villalba de Losa.
La espeleología y el Grupo Edelweiss
La espeleología es la disciplina científico-deportiva que estudia las cavernas, su génesis y evolución, su poblamiento biológico actual o pasado y su utilización por el hombre desde épocas prehistóricas hasta el momento actual. La diversidad de fenómenos objeto de estudio en un karst hace que en ella confluyan un buen número de especialidades: geología, hidrogeología, geomorfología, biología, arqueología, paleontología, topografía, fotografía…
En 1951 se creó el Grupo Espeleológico Edelweiss, el más antiguo de Castilla y León y uno de los más veteranos de España, que en 1954 comenzaría su vinculación con la Excma. Diputación Provincial de Burgos. Sus principales objetivos son la investigación del karst burgalés, la difusión cultural de sus trabajos y la conservación del Patrimonio Natural Subterráneo.
Actualmente ofrece en su página web grupoedelweiss.com información acerca del karst y las cavidades burgalesas, además de la historia del Grupo, sus actividades, sus publicaciones y la forma de contactar con sus miembros. También en este espacio se aloja el Catastro Espeleológico de la Provincia, que puede ser consultado online por cualquier persona interesada.
Hoy se inicia una colaboración periódica con el Correo de Burgos, con la intención de difundir entre sus lectores la importancia y la belleza natural de algunos rincones de nuestra geografía. No obstante, dado que desgraciadamente está de actualidad, es oportuno recordar que, a menudo, muchas cavidades entrañan un peligro real de accidente para todo aquel que se interna sin los medios y la preparación adecuada: simas, derrumbamientos, crecidas imprevistas de agua… amenazan con mucha mayor intensidad a las personas no habituadas a moverse por el mundo subterráneo, algo que sólo se consigue a través de la formación y la integración en los grupos espeleológicos federados, acostumbrados a trabajar en el interior del karst.
Cuevas para principiantes
Para aquellos interesados en conocer algunas cavidades de la provincia existen diferentes posibilidades. Entre ellas podemos citar la visita guiada a Cueva Palomera, en el complejo de Ojo Guareña. También cabe mencionar, en el centro mismo de Orbaneja del Castillo, el acceso a los primeros centenares de metros de la Cueva del Agua, o la entrada en Cueva Peluda, en el complejo de cuevas arqueológicas de Atapuerca. En los tres casos se trata de visitas concertadas o con acceso restringido.
Para aquellos que quieran ir más allá en el conocimiento del mundo subterráneo son varios los grupos de espeleología existentes en la provincia a los que puede acudir. Por otro lado, es posible realizar actividades de «espeleísmo» a través de alguna de las empresas de turismo activo acreditadas para esta finalidad. Cuevas habituales de estas visitas son la del Agua, en Basconcillos del Tozo, o la Cueva de Vacas en el Valle de Valdebezana.
Fuente original: www.elcorreodeburgos.com