Los arqueólogos han vuelto al centro de Sasamón medio siglo después para indagar en su pasado romano y ya han encontrado material para empezar a responder alguna de sus muchas preguntas. Entre los hallazgos, restos de cerámicas que abarcan desde la fundación de la ciudad hasta los siglos IV y V, algunas locales y otras de puntos de la península ibérica como Tarragona e incluso de Italia; así como monedas, herramientas (clavos, etc.) y huesos de fauna.
Jesús García Sánchez, del Instituto de Arqueología, Mérida-CSIC, y José Manuel Costa-García, de Universidad de Salamanca, han dirigido durante 3 semanas a un equipo de 10 personas detrás de la Colegiata de Santa María, en una finca particular, donde han abierto dos sondeos que les permiten trabajar con la hipótesis de que, además de viviendas, pudo haber aquí algún edificio de tipo público, al tratarse de la zona más alta de la antigua ciudad de Segisamo, donde ya realizaron una prospección en 2020.
La «autopsia» a la ciudad, como gusta de denominarla Costa García, busca entender y explicar el proceso de fundación, vida y abandono de aquel asentamiento. En el primer de los sondeos han encontrado una serie de enterramientos cristianos, como esperaban al estar junto a la iglesia, posiblemente de los siglos XVII y XVIII, ya que posteriormente se convierte en una era para trillar, tal y como recuerdan los mayores de la zona. Por debajo asoman revestimientos romanos, con un muro de argamasa y cal, y una zona de derrumbe de un techo, que según los materiales vistos pudo abandonarse en los siglos III o IV d.C.
En este sondeo se ha hallado un muro romano de argamasa y cal y un derrumbe de techo de los siglos III o IV. – Foto: Alberto Rodrigo
Este sondeo se puede explorar en el modelo en 3D que el equipo ha creado en Sketchfab.
En el segundo sondeo (el más cercano al acceso a la finca) los restos humanos están muy dispersos y debajo hay muchos escombros de época romana, mezclados con otros modernos. Creen pues que sirvió de ‘cantera’ para extraer y reutilizar las mejores piedras. Cuando ya no quedaba nada aprovechable, se convirtieron en basureros. «Lo que estamos viendo es el negativo de la ciudad medieval y la moderna», resume.
Intentan documentar en qué momentos hubo más gente y dónde hubo una ocupación más intensa frente las zonas que se abandonaron, «una vida que llega hasta hoy y que interesa contar a la gente», lo que hicieron ayer con una visita guiada.
No prevén volver al Cerro Castarreño y su foso -del siglo IX a.C. hasta el I-; una vez exprimida esa información, el interés de RomanArmy se centra ahora en el tránsito de los turmogos y el asedio romano a la fundación de la ciudad.
Una villa romana rural en Olmillos de Sasamón. A unos minutos de Sasamón, otro compañero del equipo de arqueólogos de RomanArmy pasa el georradar por una finca segada en la que estuvo asentada una villa romana y, posiblemente, también visigoda. Este yacimiento de Olmillos de Sasamón fue explorado con drones en 2018 y 2019 y este año se ha peinado, aunque sin excavar ni un centímetro, con resultados «excelentes», resaltan.
«Hemos localizado un conjunto muy amplio de estructuras relacionadas con la vía de Segisamo a Clunia, que posiblemente se reutilizó después como vivienda de tipo señorial», explica Jesús García Sánchez. El interés de este yacimiento se centra en la relación de la ciudad con el mundo rural, con un uso dilatado en el tiempo, de unos 6 o 7 siglos.
Ambas excavaciones, en esta séptima campaña, se desarrolla con el apoyo de la Diputación de Burgos, de los Ayuntamientos de Sasamón y Olmillos de Sasamón y de los centros investigadores y universitarios de los profesionales.
Fuente original: www.diariodeburgos.es