Los feriantes piden prolongar su estancia en Aranda una semana más

Es el sueño de todo niño, que la feria de su municipio prolongue su estancia. En Aranda de Duero, los feriantes han dado el paso y han solicitado al Ayuntamiento que les permita mantener la feria abierta una semana más. Si la iniciativa prospera, este año la feria estaría en el recinto ferial desde el 10 de septiembre y hasta el día 25. “Al final es una semana en la que muchos estamos parados esperando la siguiente que es en Zaragoza”, argumenta Pablo Gómez González, el feriante más longevo de la feria.

A la espera de conocer la posición del Ayuntamiento y si da el visto bueno, la feria llega con una novedad que no entra en debate, una subida de precios. Según explican, los tickets de las atracciones se encarecerán este verano 50 céntimos por lo que las tarifas pasarán a costar 3 euros las infantiles y 4 euros las atracciones de mayores. Eso sí se mantienen las rebajas del `Día del niño’ y si el Ayuntamiento acepta su proposición y se prolonga su estancia en Aranda, se plantearían establecer descuentos adicionales.

La medida responde, aseguran, a la subida constante de un gasoil que sigue disparado. “Ahora pagamos tres veces más”, lamenta.

Se trata de un incremento que los feriantes llevan aplicando, por donde han pasado, toda la temporada estival. “En Aranda, por ejemplo, nos sale todavía más caro porque al no haber tendido eléctrico dependemos de un generador”, explica. El Ayuntamiento por su parte mantiene sus tasas que obligan a pagar por atracción entre 300 y 500 euros, en función del tamaño.

Al margen de precios, subidas y costes, tras dos años de impasse obligado por la pandemia la “gente tiene ganas”. “Por ahora la temporada va muy bien”, asegura.

En su caso, Pablo, con sus hermanos, Ángel, Marcelo y José, tienen cinco atracciones, todas de gran tamaño. Les conocen como ‘Los Gómez’. “Yo empecé de niño acompañando a mis padres, vendiendo garrapiñadas en las romerías. Luego ya nos pasamos a las ferias y ahora ya estoy casi terminando porque me jubilaré cuando termine la siguiente campaña pero aquí seguirán mis hijos”, afirma.

Para ellos la temporada empieza en Carnavales en Ciudad Rodrigo y termina en octubre en Ávila con las fiestas de Santa Teresa. “Los que tienen atracciones de niños suelen prolongarla hasta Navidad pero nosotros solo tenemos de las grandes”.

Las condiciones de los feriantes “han mejorado”

Suele viajar toda la familia. “Los nietos si tienen cole se quedan pero el resto venimos”. Apenas contratan porque suelen ser todo familias. “En Aranda vendremos unas treinta familias”. Afortunadamente las condiciones de vida “han mejorado mucho” para los feriantes. “Antes teníamos que dormir donde pillábamos pero ahora tenemos caravanas y estamos mucho más cómodos”.

La jornada comienza por la mañana con la limpieza y la revisión de todas sus atracciones. “Hay un ingeniero que certifica la seguridad con el Ayuntamiento y luego cada día se revisan. Es prioritario”.

Si en ese aspecto no hay dudas, a la hora de poner la música, cada campaña es un mundo. “Se puede poner un mismo cable para todos para que suene lo mismo pero es difícil que la gente se ponga de acuerdo porque los jóvenes quieren su música…”.

Fuente original: elcorreodeburgos.elmundo.es