Manel Gil-Inglada manda un mensaje ecológico con una familia de zorros

Una zorra huye con sus cachorros en un bosque en llamas. Ayudarles a sobrevivir en un mundo devastado, prácticamente despoblado y lleno de peligros, es el reto para los jugadores del videojuego Endling-Extinction is Forever, creado por Herobeatbeat Studios de Barcelona. Una historia con un importante mensaje medioambiental, bonita y cruel a partes iguales, que cobra fuerza narrativa y emotiva gracias a la música de su banda sonora, creada por Manel Gil-Inglada entre la capital catalana y su estudio de Vilviestre del Pinar, donde habitualmente reside. 

Con un amplio recorrido escribiendo la música de películas, documentales o audiovisuales, Gil-Inglada se ha estrenado en el mundo de los vidoejuegos recibiendo nominaciones a importantes premios del sector y recibiendo algunos de los más significativos, como los que entrega el público de la web especializada Devuego y que le acaban de reconocer como el mejor músico de vidoejuegos del año pasado y a su banda sonora para Endling-Extinction is Forever como la más destacada. 

La reconocida música de Gil-Inglada aporta sentimiento, dolor o incertidumbre y acompaña a la zorra en su periplo en busca de comida para sus pequeños, de huida de los depredadores o cuando trata de salvarse de un peletero. «No es un videojuego violento, al revés, tiene un mensaje ecológico bonito, pero también es cruel en algún momento, cuando se muere algún zorrito porque no ha podido comer o ha caído en alguna trampa, aunque siempre se puede empezar de nuevo», explica el músico, que ha basado su trabajo en dos ejes principales: el de un mundo distópico, destrozado por los humanos y el de la supervivencia de esta familia de animales, los últimos de su especie en una Tierra desolada. 

Para Gil-Inglada ha sido todo un reto escribir la música de este vidoejuego, acostumbrado a dar ambiente sonoro a películas, historias más lineales y cronológicas. «Aquí se altera el orden. La música varía en función de las decisiones que va tomando el jugador al escoger un camino o hacer una acción determinada, es interesante porque es abierto», relata el músico, que comenta como a través de los distintos acordes que suenan se pueden modificar esas decisiones del jugador ya que a menudo adelantan situaciones. «Si con sonido dejas claro que se acerca el malo, el jugador optará por ir hacia otro lado, los sonidos ayudan a la jugabilidad», añade. 

Bien acompañado. Gil-Inglada define este trabajo como «una banda sonora orgánica». Él es el responsable de su creación y del 90% de su contenido, ya que toca la mayor parte de los instrumentos: guitarras, dúlcimer, autoarpa, piano, teclados, acordeón, santur o percusiones, entre otros. Sin embargo, para completarlo ha contado con la colaboración de dos músicas instrumentales de proyección internacional, como son Tina Guo (cello) y Rusanda Panfili (violín). «Ha sido increíble haber trabajado con ellas para este proyecto», asegura en relación a la participación de ambas, que grabaron su aportación en remoto. 

El músico afincado en la localidad de la sierra burgalesa se siente muy satisfecho de este trabajo, cuya versión para móviles (tanto para sistema Android como iOS) ya está disponible para su descarga. 



Fuente original: www.diariodeburgos.es