Michelin ha diseñado un calendario con 318 días de apertura en 2024 para su fábrica de Aranda de Duero. Se trata de una cifra muy similar a la de 2023, con 315 jornadas, y continúa por debajo de lo habitual ya que en los ejercicios considerados buenos rondaban las 354. Esta tendencia a la baja, que afecta a todas las fábricas de la multinacional de neumáticos, persiste debido a la incertidumbre económica global. En cualquier caso, desde Comisiones Obreras subrayan que no se prevén afecciones ni en el empleo ni en los salarios de la plantilla de la capital ribereña, que ronda los 1.200 trabajadores. En lo inmediato, es decir, el mes de diciembre, esperan cumplir con el calendario establecido y que no haya ni más parones ni tampoco más activaciones. «Lo cual ya es bastante porque venimos de un verano con varios cierres», apunta Octavio Álvaro, secretario general de la sección sindical de CCOO en Michelin España. Después, de cara a 2024, el objetivo es «cumplir el programa productivo que nos han asignado. Esperamos que se mantenga y que, incluso, pueda subir. Ese es nuestro deseo», añade al respecto.
Esta situación contrasta con la que viven en otras fábricas del grupo, especialmente la de Vitoria. Allí, la representación de Michelin prevé «las producciones más bajas de la historia», como informaron desde CCOO en un comunicado. Este contexto puede conllevar modificaciones a la baja e, incluso, «un excedente de 150 personas», según la empresa. Por su parte, fuentes sindicales aseguran que esto no quiere decir que se vayan a producir 150 despidos y que tratarán de acordar medidas para mantener la plantilla. Pero no sólo eso. También se anunció la paralización de inversiones previstas por unos 75 millones de euros. Esto, a juicio de Álvaro, representa «la peor noticia». En principio, esta medida afectaría a la fabricación de neumáticos para coches eléctricos o a una ampliación que querían acometer.
No obstante, el secretario general de CCOO asegura que en Aranda las inversiones programadas y los proyectos continúan como hasta ahora. «Eso, al final, es futuro», afirma rotundo, mientras apunta que la media anual del dinero que se destina a la planta arandina oscila entre 17 y 18 millones de euros.
En el caso de la fábrica de Lasarte-Oria también se ha informado de la necesidad de aplicar una modificación del sistema de trabajo a la baja, que podría generar 26 excedentes de personal. Mientras que en Valladolid se mantiene un nivel bajo de producción, como en Aranda, a lo que se suma un descenso previsto en 2024 en la actividad de agrícola. «Nadie prevé que los mercados aumenten. Hay más competencia, más marcas y, por tanto, un mayor reparto de la tarta», explica Álvaro, al tiempo que remarca que todas las plantas de Michelin atraviesan dificultades en el mercado. En el caso de Aranda, aunque en 2024 se han activado más días que en 2023, la producción será menor.
Un ojo en Alemania. En la planta arandina están muy pendientes del estudio de reestructuración de la actividad de camión que se está realizando en Europa y que «cuestiona la viabilidad de las fábricas de Michelin en Alemania», según advirtió CCOO en una nota. Álvaro admite que esto podría implicar recortes de empleo en Alemania, pero toca esperar. A su juicio, lo que pase allí no tendría por qué repercutir en Aranda. En cualquier caso, deja claro que si en Alemania recortan, en Aranda ni va a aumentar la producción ni le va a favorecer en nada. «Parece ser que en toda Europa estamos sobredimensionados. Tenemos más capacidad de fabricar que lo que se vende», concluye.
Fuente original: www.diariodeburgos.es