Oneida llegó de Cuba con solo 15 años: «La FP me ha cambiado la vida»

Oneida Borges Álvarez tiene 39 años y es todo un ejemplo de superación y esfuerzo. Llegó de Cuba a Aranda de Duero con su madre en 1998, cuando tenía 15 años. De estudios solo tenía la ESO aprobada. Tras estudiar varios cursos de auxiliar Administrativa y auxiliar de Enfermería e intentar opositar al cuerpo de Policía, ahora no solo trabaja en una de las grandes fábricas del país, Pascual, también se ha puesto a estudiar un Grado de Formación Profesional de Mantenimiento Electrónico para mejorar su posicionamiento dentro de la compañía y pasar a forma parte del departamento de Mantenimiento. “Con esfuerzo todo se consigue”, anima.

Con el primer curso, de auxiliar administrativo tenía claro que no era lo suyo, “pero me sirvió para coger algo de cultura, conocer gente e integrarme en la sociedad”. El segundo, de auxiliar de Enfermería, le encantó. “Me hubiese gustado ser enfermera, como mi madre y mi tía, pero al no tener Bachillerato no pude acceder a la formación”, lamenta.

No fue el único sueño que no pudo cumplir. Al ser madre muy joven, tuvo a su primera hija a los 21 años, tuvo que dejar unos años los estudios de lado y luego cuando decidió opositar al cuerpo de Policía le fue imposible compaginar el tiempo que requerían los estudios con el trabajo y su faceta de madre.

La esperanza llegó en forma de contrato al entrar a trabajar en Pascual en el área de producción. “Fue un cambio radical en mi vida y estoy encantada”, asegura. Aprovechando la nueva ley de 2015, que permite acceder del Grado Medio al Grado Superior de Formación Profesional (FP), Oneida ha dado un paso más y decidida a prosperar dentro de la compañía láctea, se ha puesto a estudiar un Grado de Mantenimiento Electrónico, especializado más en la rama informática que en la de electricista. “Estoy en el primer año de dos y me está gustando muchísimo. Somos pocos en clase y los profesores del CIFP Santa Catalina, en Aranda de Duero (Burgos) son unas máquinas. No es algo difícil, requiere su tiempo pero la empresa me ha dado todas las facilidades para que pueda compaginar y sé que lo voy a conseguir”, termina convencida de que la FP le ha cambiado la vida.

Fuente original: elcorreodeburgos.elmundo.es