Piedrahíta de Muñó se incorpora a la Lista Roja de Hispania Nostra con dos inmuebles en peligro

De las seis incorporaciones burgalesas a la siempre alarmante Lista Roja de Hispania Nostra en lo que va de año, dos se sitúan en la misma localidad. Hace apenas unos días, Piedrahíta de Muñó exponía públicamente el estado de deterioro de dos elementos patrimoniales emblemáticos: la ermita de la Virgen del Sol y el popularmente conocido como Molino Caído.

«Lo único que se pretende por el momento con la inclusión de ambos inmuebles en la Lista Roja es que sirvan para visibilizar la riqueza histórica que albergan los pueblos burgaleses», señala Verónica Mardones, presidenta de la Asociación Mataloyo. De esta forma, pretende hacer hincapié en la «necesidad» de «poner en valor» esta clase de recursos para «evitar, en la medida de lo posible, su desaparición».

Según recoge la documentación difundida por Hispania Nostra sobre el molino, actualmente «está en ruina, cubierto de maleza y es inaccesible». De titularidad privada, los vecinos de Piedrahíta desconocen quién es su propietario.  Tampoco se sabe a ciencia cierta la fecha de su construcción, pero sí que se mantenía operativo a principios del siglo XX. El caso, tal y como detalla Mardones, es que se encuentra «perdido entre la carretera y el río». Y antaño, agrega, «se podía bajar en carro por un camino que ya no existe».

También visible es el estado de deterioro de la ermita, cuyo nombre deriva de la vieja leyenda en la que el mismísimo Fernán González rogó a la Virgen una hora de sol más para vencer al ejército musulmán. Situada a las afueras del pueblo y sometida a varias intervenciones desde su construcción en la época medieval, fue objeto de rehabilitación a mediados del siglo pasado gracias, sobre todo, a las aportaciones de los propios vecinos.

El problema, a día de hoy, reside fundamentalmente en que la ermita es propiedad del Arzobispado de Burgos. Otrora propiedad del municipio, la Iglesia inmatriculó el inmueble y desde entonces se ha desentendido completamente de los desperfectos fruto del paso del tiempo. A día de hoy, este pequeño templo en honor a la Virgen del Sol sobrevive entre «ruinas y zarzas» tratando de evitar su desaparición definitiva.

Elementos en peligro

El año pasado, la provincia de Burgos sumó 13 nuevas incorporaciones a la Lista Roja de Hispania Nostra. En 2023, en tres meses y medio, a los dos elementos patrimoniales de Piedrahíta se añaden otros cuatro. El primero, incluido el pasado 9 de enero, se ubica en San Millán de Juarros. Los restos del monasterio de San Cristóbal de Ibeas, arrasado por las tropas francesas en 1808, llevan tiempo siendo objeto de actos vandálicos debido a su más que evidente estado de abandono. Erigido en el siglo XII y relacionado con el cortejo fúnebre del Cid, parte de lo que queda es de titularidad privada y el resto municipal.

De la comarca de Juarros nos trasladamos a Busto de Bureba, concretamente a la iglesia de San Martín. En este caso, la preocupación gira en torno a su órgano barroco, toda una joya de finales del siglo XVI y principios del XVII en desuso desde 1953. Si por algo destaca, según acredita Hispania Nostra, es por su «personalidad propia» gracias al teclado partido que favorece «una economía de recursos y una variedad tímbrica». Por desgracia, se requiere una intervención antes de que su deterioro vaya a más debido a su «traslado y colocación en la ubicación actual, (…) un largo abandono y el vandalismo que ha sufrido».

La Lista Roja seguiría creciendo en tierras burgalesas a finales de enero con el monasterio de San Francisco de los Reyes, en Lerma. Levantado en tiempos de Felipe III por los monjes franciscanos, carece de protección específica y en la actualidad «tiene la techumbre derruida en ciertos puntos». De puertas hacia dentro, se pueden apreciar varias vigas de madera caídas. Desde fuera, la maleza cubriendo una de las paredes «contribuye al deterioro» y revela su evidente estado de abandono.

Ya en febrero, Hispania Nostra incluía en este listado el castillo de Rebolledo de la Torre. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), la asociación señala que las almenas se encuentran «desaparecidas» y «sin posibilidad de consultar el interior».

Si hablamos de Castilla y León en su conjunto, la Lista Roja ha sumado este un total de 18 inmuebles. Junto a Burgos, Palencia se lleva la peor parte con siete elementos en estado de alerta patrimonial. El resto, uno por provincia, se reparten entre Ávila, León, Salamanca, Soria y Zamora.

En términos generales, lo que no varía es la situación de Burgos como el territorio más afectado de la Comunidad con 61 recursos en peligro. El más antiguo, incluido en diciembre de 2007, es el monasterio de Nuestra Señora de los Lirios de Alveinte, en Monasterio de la Sierra.

La unión hace la fuerza

Cada cierto tiempo, un grupo de vecinos -generalmente a través de una asociación- se ponen de acuerdo para salvar su legado patrimonial. La mejor fórmula, vistos los resultados, son las campañas de micromecenazgo. El año pasado, tres pueblos burgaleses se decantaron por esta opción y cumplieron con creces los objetivos marcados.

Todos a una para evitar que el retablo de Santa Eufemia fuese pasto del olvido, Terradillos de Sedano (siete habitantes censados) se movilizó para financiar su restauración. Al final, obtuvieron 31.190 euros, cantidad más que suficiente para acometer la intervención.  

Poco después, Fuenteodra haría la propio para reflotar la iglesia de San Lorenzo Mártir, en riesgo de «derrumbe inminente». La campaña acabó siendo todo un éxito tras recaudar 45.628 euros, de los cuales 10.000 procedieron de una generosa donación anónima.

Por su parte, Vadocondes también consiguió salvar el histórico órgano de su iglesia gracias a los 38.855 euros aportados por decenas de altruistas contribuyentes. Además, la iniciativa contó con el respaldo del célebre músico Antonio Baciero

Fuente original: elcorreodeburgos.elmundo.es