Capturan vivo en Pineda de la Sierra a un rebeco, especie impropia en la zona

Un ganadero sorprendió en el monte al animal en medio del rebaño de ovejas y tras lograr apresarlo lo bajó al pueblo en su todoterreno

Plácido, con pantalón vaquero, muestra no sin cierto esfuerzo al ejemplar, ayudado por otro vecino del pueblo.

El hallazgo de un rebeco en plena Sierra de la Demanda alteró ayer por la mañana la tranquilidad que reina en Pineda de la Sierra cualquier otra mañana de otoño. En una zona en la que están acostumbrados a ver todo tipo de piezas de caza mayor, de corzos a ciervos pasando por venados, la aparición del rebeco sorprendió por lo inusual. «Jamás habíamos visto aquí ejemplares de esta especie», señalaba Javier, uno de los residentes que vio como se alteraban sus quehaceres habituales por la llegada del nuevo vecino.
Al margen de que la localidad tampoco viva una carga de novedades reseñables todos los días, lo cierto es que el rebeco es un animal que habita en la alta montaña, en Picos de Europa y en Pirineos, por lo que la principal incógnita era saber de dónde se había escapado.
Uno de los más sorprendidos era, sin duda, Plácido Sebastián, el joven ganadero que se topó con el animal mientras atendía a su rebaño en la montaña. «Le vi con las ovejas y le cogí por miedo a que le atacara la perra y lo matara», relata ya con su pieza a buen recaudo en el establo. La captura no fue un trabajo fácil, algo lógico teniendo en cuenta la agilidad de los rebecos y su facilidad para trepar. Sin embargo la pericia de Plácido y el hecho de que esté habituado a coger ovejas y carneros le permitieron solventar el trance sin mayores contratiempos.
Entre interrogantes sobre los motivos que hicieron a este ejemplar visitar una zona nada habitual para su especie, tres técnicos de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León lograron introducir al animal en un transportín (para ser justos, tuvo que ser Plácido quien ejecutara la operación) y lo trasladaron hasta el Centro de Recuperación de Animales Silvestres, donde decidirán qué hacer con él.
El rebeco apenas estuvo unas horas en Pineda, pero acaparó todas las conversaciones en la barra del bar. A buen seguro, hoy se seguirán preguntando de dónde saldría el animal y que perseguiría para abandonar la manada en plena época de celo.

 

fuente : diario de burgos