La historia se repite. Coches y furgonetas, y demás vehículos de tracción, conducidas por visitantes que quieren aprovechar la nieve de las cumbres en el entorno de Las Lagunas de Neila, se ven obligados a aparcar en parte de la carretera debido a no poder acceder al parque, Los vehículos se encuentran dispersos a lo largo de la vía «sin orden ni concierto». Es el primer invierno de los últimos años en los que no se encuentra abierto el Refugio de Neila, y su cierre tiene mucha relación con la falta de estos accesos.
La concentración de vehículos en el paraje El Collado de Neila es tónica general cada fin de semana. El empresario Javier Almaraz decía hace unos días que esta situación «nos afecta gravemente a Neila y a la comarca”.
La inaccesibilidad en el acceso a Las Lagunas es parte del “cúmulo de circunstancias que pesan en que no se renovara la concesión de El Refugio de Neila” que expiraba en junio de 2014, dice Javier Alonso, quien llega años residiendo de forma permanente en la villa y ve con preocupación cómo las instituciones están abandonado el recurso y las posibilidades. “Es una pena que un equipamiento público vaya a desaparecer por estas actitudes”.
Javier, junto con Félix y Manolo, se han visto obligados en varias ocasiones a subir desde Quintanar con la mochila a cuestas por no tener limpio él acceso.
La presencia de los vehículos, además de connotación negativa y de las imposibilidades para realizar el acceso encierra una peligrosidad manifiesta por la invasión en la carretera, y posibles accidentes que puedan surgir en el paraje.
fuente: PN