El abuelo de los dinosaurios acorazados está en Burgos

Los restos de ankilosauro, un cuadrúpedo herbívoro, de cuerpo ancho y bajo y patas robustas, similar a un enorme lagarto blindado con púas o espinas sobresaliendo sobre la superficie corporal, resultan poco comunes en la península ibérica, salvo en Teruel, donde se ha descrito una especie llamada Europelta. Sin embargo, la vigesimoprimera campaña de excavaciones en la Sierra de la Demanda puede cambiar las cosas, porque el Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas (CAS) ha encontrado restos de un ejemplar «unos millones de años más antiguo» que los de Aragón en el yacimiento de Vallazmorra, cerca de La Yecla (Santo Domingo de Silos).

Los fósiles (vértebras dorsales y sacras con parte de la cadera) están articulados y pertenecerían a un ankilosaurio de tamaño medio, que puede ser diferente a otro también representado en la Sierra de la Demanda, Polacanthus, y por lo tanto ampliaría el abanico de esta especie en la primera mitad del Cretácico, explican los investigadores en un comunicado de prensa.

El yacimiento de Vallazmorra es de edad Valanginiense-Hauteriviense (139,8-125,77 millones de años). Los restos de dinosaurios fueron transportados por una corriente de agua cuando ya estaban desarticulados parcial o totalmente, por lo que aparecen entremezclados fósiles de distintos individuos y especies. «El ambiente en el que se depositaron podrían corresponderse con zonas encharcadas, o pequeños lagos desarrollados en las llanuras de inundación de ríos» y se han preservado unos mejor que otros, explican los investigadores del CAS.

Vista parcial del sacro del ankilosauiro.Vista parcial del sacro del ankilosauiro. – Foto: CAS

Del dinosaurio acorazado, como también se conoce a esta especie, se han hallado en la excavación burgalesa una docena de osteodermos, vértebras dorsales, costillas y un sacro parcial con vértebras articuladas entre sí, unidas a costillas y a los dos iliones de la cadera; en otras palabras, se tiene parte de la columna de la zona sacra unida a huesos de la cadera, tal como los tenía el animal en vida.

Otro hallazgo relevante es la presencia de un dinosaurio ornitópodo (herbívoro, bípedo) de tamaño medio, representado por una vértebra dorsal –espalda- que posee una espina dorsal de una longitud excepcional; esa espina sobresaldría con las de otras vértebras similares formando una especie de vela sobre la espalda del animal. En la Sierra de la Demanda existen algunos otros hallazgos de dinosaurios con espinas alargadas –alguna expuesta en el Museo de Dinosaurios salense-, así como en otros puntos de nuestra península, pero la espina del ejemplar de Vallazmorra posee unas proporciones sorprendentes que recuerdan, por ejemplo, a Ouranosaurus, procedente de Níger.

Los ornitópodos completan su registro en Vallazmorra con ejemplares diferentes al anterior, individuos de mayor tamaño de los que se han recuperado algunos dientes aislados, una vértebra dorsal y un ilion -hueso de la cadera- prácticamente completo y en un buen estado de conservación, con una longitud próxima a 70 cm. El conjunto de la fauna de dinosaurios hallados se completa con dientes de dinosaurios terópodos –carnívoros- y otros pendientes de identificar, que permiten reconstruir la cadena trófica de estos ecosistemas.

En la mayor parte del yacimiento han aparecido restos vegetales fosilizados en carbón compacto, que con frecuencia presentaban un corte liso y brillante, como resultado de haber estado sometidos a altas temperaturas, es decir, son una prueba de la existencia de incendios en esta zona hace más de 125 millones de años, añaden desde el CAS.

En la campaña -desarrollada del 5 al 21 de julio- han participado 25 personas, procedentes de las Universidades de León, Zaragoza, Alicante, Salamanca, Complutense de Madrid, Escuela Nacional de Antropología e Historia (México). Se había previsto actuar también en los yacimientos de Las Huertas (cercanos a Hortezuelos), pero debido al lento avance de las tareas en Vallazmorra debido al mal estado de muchos de los fósiles –deben ser tratados continuamente para preservar su integridad-, se decidió renunciar a hacer catas prospectivas en Las Huertas. Sí se han hecho prospecciones, en las que se han recuperado huesos fragmentarios y localizado puntos con fósiles. Lo más novedoso ha sido la localización y recogida de huellas grandes de dinosaurios ornitópodos, que aparecieron como rellenos del hueco original de la pisada, semejante a la utilización de moldes que podemos hacer para obtener figuras de escayola, detallan desde el CAS.



Fuente original: www.diariodeburgos.es