El coste del arreglo de la variante de la N-234 en Salas de los Infantes supera ya los 7 millones

La variante de la Nacional 234 en Salas de los Infantes se ha convertido en una máquina de devorar neumáticos. Y al ritmo que va, también presupuesto. Los baches se abren prácticamente al mismo ritmo que se incrementa el coste del proyecto para su arreglo definitivo, que el Ministerio de Transportes no termina de rematar mientras el presupuesto engorda a un ritmo endiablado, que complica sus posibilidades de ejecución.

En otoño de 2021 se estimó una inversión de 3,5 millones de euros, exactamente a millón por kilómetro. Fue la primera vez que desde Madrid reconocían la necesidad de una actuación integral. No en vano, el proyecto se denomina ‘Reconstrucción total del firme, construcción de drenaje subterráneo y mejora del drenaje superficial’, y en su última versión asciende ya a los 7,2 millones (IVA incluido).

Los senadores del Partido Popular por Burgos, Javier Lacalle, Salvador de Foronda y Raquel González, volvieron a preguntar a finales de año por este expediente, una vez que desde el Gobierno central ya se había dado por finalizada la redacción del documento. La respuesta, además de engrosar la factura final, no puede resultar más descorazonadora. «Se están realizando correcciones al mismo tras el último informe de supervisión», alega el Ministerio, que después recurre a la famosa coletilla de la disponibilidad presupuestaria para evitar dar un calendario aproximado para la realización de la obra.

«Una vez aprobado el proyecto se conocerá el presupuesto definitivo de las obras y, en función de las disponibilidades presupuestarias y priorización de actuaciones en el conjunto de la Red de Carreteras del Estado, se licitaría el mismo», concluye la contestación a los representantes burgaleses en la Cámara Alta.

A principios de 2023, el Ministerio aseguró que el diseño de la «solución integral y definitiva» a los problemas que prácticamente desde su inauguración, en 2007, sufre la variante de Salas, estaba muy avanzado. Necesita «un nuevo sistema de drenaje subterráneo y superficial, que garantice la salida del agua a fin de evitar la aparición de irregularidades y deformaciones», además de cambiar todo el asfalto. 

Mientras, no solo los conductores padecen las consecuencias de esta obra mal ejecutada con los baches y la limitación de velocidad en el tramo. Propietarios de fincas que circundan este tramo de la carretera de Soria, como Máximo Abad, han denunciado que el talud que sustituyó a los pilares inicialmente proyectados genera un efecto presa que provoca que sus tierras se embalsen constantemente.



Fuente original: www.diariodeburgos.es