La cuenta atrás ha comenzado. El hospital Santos Reyes de Aranda de Duero se prepara para el nuevo concurso de traslados, que abrirá la puerta a la marcha de 38 médicos especialistas. En términos reales serán 28 porque diez ya están trabajando en comisión en otros centros sanitarios. De poco sirven las facilidades que pone el hospital comarcal para consolidar una plantilla que parece condenada a crisis periódicas.
La fuga de batas blancas que se producirá con el nuevo concurso de traslados del día 15 de mayo, pondrá en serio riesgo a departamentos fundamentales en la Ribera como Ginecología y la Unidad de Partos. Y es que, de los seis especialistas que figuran en plantilla se quedarán dos, por lo que, según los expertos consultados, será imposible cuadrar guardias y podría peligrar el servicio de partos.
Aunque el principal problema está en Ginecología hay otras áreas que quedarán tocadas y que son principales en el funcionamiento de un centro hospitalario, como es Anestesia. En principio, en el momento en que se haga efectivo el concurso de traslados, de los siete médicos de plantilla quedarán seis, pero no es real porque de los seis anestesistas que quedarán, dos están de baja. A la hora de cuadrar guardias esta reducción supondrá un problema que podría afectar a las operaciones quirúrgicas, donde el anestesista cumple una función básica.
También preocupa la unidad de Internistas, que presumiblemente quedará reducida a la mitad, con cuatro únicos médicos de los que además uno no hace guardias porque está eximido al haber cumplido los 55 años, como permite la ley.
El concurso de traslados afectará de manera menos traumática a otros departamentos que solo perderán un médico como Pediatría o Digestivo.
«Tenemos un problema gordo»
La inquietud se extiende a Urgencias ya que, aunque normalmente los ‘Mires’ se van en septiembre, como empezaron en la pandemia en septiembre, terminarán en mayo. Según las fuentes consultadas, varios quieren volver al Santos Reyes, ya como médicos, pero no podrán reincorporarse hasta después de un verano que se prevé difícil para cuadrar vacaciones y libranzas. “Tenemos un problema gordo”, explican los trabajadores del centro sanitario.
Y es que, aunque el Santos Reyes puede presumir de un muy buen ambiente laboral y al ser un hospital pequeño, los médicos que empiezan aprenden mucho más que en un hospital grande, donde se tiende más a la especialización, Aranda no supera la falta de infraestructuras. La peligrosidad de la N-122, donde los accidentes son continuos por la presencia de camiones, cambios de rasante, nieblas y animales como jabalíes o corzos; hace que muchos profesionales decidan buscar otro destino. “Si hubiesen construido ya la autovía A-11 tendríamos médicos de Valladolid y no estaríamos así”, lamentan convencidos de que “tampoco ayuda el hecho de no tener un tren de viajeros que conecte con Burgos o Madrid.
Cardiología
En cuanto a Cardiología, el Santos Reyes seguirá necesitando la ayuda del hospital de referencia, HUBU, como ha hecho los últimos tres meses, ya que aunque se incorporó el único cardiólogo en plantilla de su baja paternal, la unidad necesita aún refuerzos.
Hemeroteca
Si echamos la vista atrás, el hospital Santos Reyes ha superado otros desafíos similares, como cuando en octubre de 2018 el Sacyl sacó un concurso de traslados que fue especialmente dramático porque no se había celebrado durante 8 años. Entonces anunciaron su marcha 40 médicos.
También ha vivido crisis importantes Ginecología que en varias ocasiones ha tenido que pedir ayuda al HUBU para garantizar el servicio y dar normalidad a las mujeres que iban a dar a luz.
Fuente original: www.elcorreodeburgos.com