Los resultados electorales en Palacios de la Sierra, un empate entre Vía Burgalesa y el PP, que deshizo el PSOE a favor de la primera formación, no auguraban un mandato tranquilo y han bastado cinco meses para comprobar que las tensiones en el seno de la corporación, entre el equipo de gobierno y la oposición han llegado a un punto en el que pueden explotar en cualquier momento. La alcaldesa, Raquel Munguía, de Palacios-Vía Burgalesa, y el portavoz del PP, Miguel Mediavilla, ya han tenido algún que otro choque verbal y el expediente de supuestas irregularidades que está elaborando los populares sigue creciendo día a día. Y si la Corporación municipal está fraccionada, también lo están los vecinos.
Con las aguas revueltas, Mediavilla, que ya en el primer pleno puso reparos a la renuncia por parte del equipo de gobierno a una subvención concedida para la reparación de la cubierta de la ermita, habla abiertamente de «irregularidades» en varias cuestiones que trata de aprobar Munguía y su equipo.
«De momento estamos haciendo un trabajo de control y fiscalización de la actuación del equipo de gobierno, que aprueba cosas en pleno sin tener los expedientes completos y después no aprueba las actas en las que están recogidos esos compromisos», asegura Mediavilla, a la vez que recuerda que están sin aprobar cinco de las actas de los seis plenos celebrados. «Algunos vecinos comienzan a preguntarse las razones que tiene la alcaldesa para ocultar esa información», afirma el líder la oposición, que no deja de sorprenderse por las formas en las que discurren los plenos y se gestiona el municipio.
Mediavilla acusa al equipo de gobierno de pretender que «se hagan efectivas las resoluciones acordadas en los plenos, pero sin aprobar las actas por si en las mismas se recogen las irregularidades que denunciamos», matiza, a la vez que reitera que «ahora mismo no hay ningún administrativo, solo está el secretario, y el Ayuntamiento está saturado». Hasta en la contratación de administrativos, asegura el líder de la oposición, «hay desacuerdo, ya que en un pleno todos los grupos aprobamos que se hiciera por concurso de méritos y ahora la alcaldesa cambia de opinión para que sea por concurso oposición».
A estas irregularidades, el portavoz del PP suma una modificación presupuestaria para destinar la totalidad de la partida prevista para el tejado de la ermita (en total eran 70.000 euros con la ayuda de la Diputación a la que renunciaron) a la residencia de mayores. «Presentó la modificación aportando únicamente un papel con los ingresos y gastos de la empresa que gestiona el centro, con el fin de justificar unas pérdidas que no dicen de dónde viene», afirma Mediavilla.
De beneficios a pérdidas. Lo mismo manifiestan sus compañeros de grupo, Nuria Mediavilla y Alejandro Ibáñez, que lamentan que solo se les ofreciera la posibilidad de ver un expediente «incompleto» -sin documentación- poco antes de que el equipo de gobierno, aprobara conceder esa ayuda. «No nos oponemos a dar ese dinero a la residencia, pero antes queremos ver qué es lo que ha pasado en un centro que antes tenía superávit y que en los últimos años genera deudas, este año de 90.000 euros», insisten los ediles populares.
«La residencia de mayores siempre tenía beneficios, pero en los últimos años genera pérdidas y nadie da una explicación, queremos ver las cuentas y no nos las quieren mostrar» denuncian desde el PP, a la vez que insisten en que «no nos oponemos a ayudar a la residencia, como dicen desde el equipo de gobierno, pero queremos saber a qué se destina el dinero de los vecinos».
Otra de las supuestas irregularidades es la situación que está viviendo el concejal del PP Ibáñez, veterinario y ganadero, con diez caballos y empadronado en el pueblo, al que la alcaldesa «ha borrado del padrón para que no pueda hacer uso de los pastos, a pesar de que ya ha ganado dos pleitos relacionados con este asunto», aseguran.
«La hermana de la alcaldesa borró delante del secretario mi nombre del padrón de pastos», asegura Ibáñez, quien no descarta demandar a la alcaldesa por incumplimiento de sentencia al no incluirle en el padrón de pastos, «pero estamos a la espera de que aprueben las actas de los plenos para ver en qué términos lo hace y actuar».
La última de las supuestas irregularidades, a juicio del PP, ha sido la adjudicación de una batida caza a la tercera oferta presentada, «faltando en el expediente la renuncia de la segunda oferta más favorable. Se ha adjudicado directamente a la tercera», matiza los populares.
Los tres ediles de la oposición también denuncian el acceso de «personas ajenas al Ayuntamiento y al despacho del secretario, con el que a nosotros no nos deja hablar a solas. Se llevan papeles y documentos, pero la alcaldesa nunca sabe nada» y que «en un pleno se aprobó el padrón de pastos y después de tratar otros asuntos se volvió a ese primero, por lo que solicitamos que se anule el acuerdo».
Fuente original: www.diariodeburgos.es