Espinosa de los Monteros tiene su origen en los antiguos pobladores cántabros de la península, en el año 800 a.C. Rodeada de montañas y regada por el río Trueba la convertía en un enclave idóneo para un asentamiento de población.
El acontecimiento que marcará la historia de la localidad se remonta al año 1006, en tiempos del conde Sancho García, cuando se crea el cuerpo de Monteros de Espinosa, guardianes de los condes de Castilla, de todos los reyes de España y actualmente integrados en el Grupo de Honores de la Guardia Real.
Espinosa de los Monteros ofrece un agradable e ilustrativo paseo por sus calles, que permite descubrir la singularidad y belleza de muchos de sus edificios. Esta gran variedad se puede apreciar a través de la ruta heráldica, que a través de cuatro paneles y 20 atriles informativos que recorre escudos señoriales en fachadas de edificios civiles y religiosos. Un paseo que comienza en el museo Monteros del Rey.
Son numerosas las edificaciones que se pueden destacar de este paseo, entre ellas, la Casona del General Marcide. Destaca una imponente entrada con un arco de medio punto. La sobria fachada principal destaca por unos bellos escudos barrocos. La iglesia de Nuestra Señora de Berrueza comparte edificio con el centro de salud de la localidad. Se trata de un templo construido en mampostería, con la excepción del ábside, realizado en sillares. El pórtico de acceso está formado por una triple arcada de medio punto, mientras que la entrada está bajo un arco de medio punto.
La fecha de 1716 que se ve sobre uno de los contrafuertes indica el momento de la construcción del actual edificio, levantado con toda probabilidad sobre las ruinas de la antigua iglesia. En el edificio que ocupa actualmente el centro de salud se levantó un monasterio. Siguiendo con los edificios religiosos, merece una parada la iglesia de San Nicolás, en el barrio de Quintanilla. Consagrada en el siglo XII, en el siglo XVI se reconstruyó. Es un templo de una sola nave en el que destaca el retablo del siglo XV, con una bella estructura cuya obra se atribuye a Fray Alonso de Zamora, monje de Oña.
La ruta por los edificios de Espinosa de los Monteros nos lleva a La Casona o Casa de los Porras. Se trata de un conjunto de tres edificios, con una capilla en medio, en el que destaca la labor realizada en sillería en sus esquinas y vanos. La capilla está dedicada a Nuestra Señora de la Soledad.
El Palacio de los Cuevas Velasco también cuenta con una capilla anexa. Entre los elementos arquitectónicos que destacan está un mirador en marquetería en la fachada por la que se accede a la capilla. Dentro de los edificios señoriales de la localidad hay que destacar el Palacio de los Fernández Villa, declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000. Se trata de una Casa Fuerte con dos torres, un edificio concebido como defensivo.
De los edificios señoriales la ruta ofrece interesantes ejemplos de torres. Entre ellas se puede destacar la Torre de los Velasco, una torre medieval defensiva con dos cuerpos. Se trata de una edificación de mediados del siglo XV. La ruta permite conocer la Torre de los Monteros, un conjunto arquitectónico que está formado por una torre defensiva, con patio amurallado en su parte delantera y puerta de acceso de gran tamaño.
Junto con el recorrido por la localidad, una buena manera de conocer la historia de Espinosa de los Monteros es visitar el Museo Monteros del Rey. Inaugurado en el año 2006, se puede descubrir, en la primera planta, los elementos más característicos y representativos del Cuerpo de los Monteros de Espinosa. En la segunda planta, se explica la Batalla de Espinosa, librada entre el 10 y el 11 de noviembre de 1808 contra las tropas napoleónicas.
Espinosa de los Monteros está rodeado de naturaleza, lo que permite, sobre todo en primavera, verano y otoño, realizar diferentes rutas. Existe una red de senderos que ofrece hasta 20 propuestas con diferentes dificultades, desde la senda de la Lobera y Castromorca, la ruta de los Monteros o la senda del Valle de Río Seco, entra otras. Entre sus fiestas destaca la dedicada a Nuestra Señora de las Nieves.
Fuente original: www.elcorreodeburgos.com