Ribera del Duero, La Rioja, Cigales, Rueda, Toro… La bajada de temperaturas ha causado daños esta noche en las distintas denominaciones de origen de Castilla y León. Con picos de heladas que han llegado hasta los -6 °C en Ribera del Duero, preguntamos a los expertos sobre los trucos que pueden ayudar a prevenir los estragos del hielo en el campo. Hay dos principales.
1. Molinos o torres antiheladas
Según explica José Nuño, presidente de la asociación de enólogos de la Ribera del Duero (Enoduero), el objetivo es mover el aire para que el frio no se quede estancado.
Las torres antiheladas tienen una altura de unos 13 metros. El sistema es sencillo: el aspa coge el aire de la parte superior, que está más caliente que en el suelo, y lo lleva hacia las cepas. “Hay sistemas mecánicos que se encienden de forma automática”, señala consciente de que este tipo de sistema es útil para prevenir daños en heladas pequeñas o suaves.
2. Antorchas
Francia es uno de los países que más las utilizan, pero en Ribera del Duero y otras zonas vinícolas de España también se emplean. De hecho, algunas bodegas tiraron del fuego para luchar contra la histórica helada de 2017, cuando un descenso brusco y prolongado de las temperaturas dejó a la denominación de origen tiritando, reduciendo la cosecha a la mitad. Lo cierto es que entonces sirvieron de poco. “Pasa como con los molinos, estas prácticas son eficaces en heladas leves o moderadas pero si cae una helada virulenta hay muy poco que hacer”, explica el portavoz de los enólogos.
La Ribera del Duero ha vivido dos noches de heladas, pero la peor ha sido la última. Aunque todavía es pronto para evaluar los daños y realizar un balance, todo parece indicar que ha sido una helada generalizada con temperaturas que han estado entre los -2 y -3°C, aunque ha habido picos en algunos puntos de hasta -6°C. “El problema principal de esta helada es que ha pillado al viñedo muy adelantado. Ahora toca esperar para ver el alcance real y aunque no parece que los daños sean tan graves como en el año 2017, sí parece preocupante”, señala.
José Nuño es el presidente de la Asociación de Enólogos de la Ribera del Duero (Enoduero), una entidad sin ánimo de lucro que se creó hace más de 15 años para dar voz al sector, fomentar sinergias y la formación, una de sus grandes prioridades.
Fuente original: www.elcorreodeburgos.com