El nuevo presupuesto aprobado por la Diputación de Burgos para este 2024 dejó fuera el clásico Plan de Instalaciones Deportivas, una de las líneas de ayuda que más dinero movilizaba cada año en la provincia y que permitía a los pueblos acometer nuevos proyectos o reformar espacios con los que ya contaban. Esta decisión se justificaba en que las sucesivas convocatorias del IDJ estaban provocando que se acumulasen las inversiones previstas y que a ello se sumase la imposibilidad de los pequeños ayuntamientos para gestionarlas en los plazos fijados. Sin embargo, al comprobar las necesidades del medio rural se optará finalmente por sacar una nueva subvención destinada a la reparación y conservación de las zonas deportivas.
Aún no se ha fijado la cantidad exacta que se destinará a esta nueva convocatoria para mejorar y adecentar las instalaciones, pero lo que está claro es que se empleará una cifra importante para poder llegar a la mayor cantidad de pueblos que lo soliciten. Para ello se utilizarán los remanentes que han ido quedando de las diferentes actuaciones desarrolladas en los últimos años por el Instituto Provincial para el Deporte y Juventud. En el plan del año 2023 quedaron por utilizarse 173.411 euros, pero Ángel Carretón, presidente del IDJ, ya avanza a este periódico que lo que se destinará a esta nueva iniciativa resultará «bastante superior» a esa cuantía.
«Se tratará de algo específico para solucionar los problemas de los pueblos», explica Carretón, que detalla que con esta solución se resolverán aquellas trabas que puedan surgir para cumplir con diferentes normativas o, por ejemplo, exigencias de la Junta de Castilla y León. La cuantía concreta y todos los detalles para acceder a las ayudas se podrán conocer más adelante.
En el último plan de instalaciones de este tipo, que se aprobó a finales de 2023 y cuyas obras se ejecutarán a lo largo de este año, se inyectaron un total de 1,32 millones de euros. Al final se llegará a 67 municipios burgaleses, tres más de los previstos inicialmente puesto que se han estimado sus alegaciones al cumplir todos los requisitos y presentar toda la documentación en el plazo establecido. Esos proyectos que finalmente se han admitido son un rocódromo en Fuentespina, la construcción de una pista polideportiva en Vallarta de Bureba y el arreglo de las pistas gemelas de fútbol sala en Villarcayo.
De esta forma, 38 pueblos recibirán la ayuda para ejecutar nuevas instalaciones -principalmente pistas de pádel, piscinas y pistas polideportivas- con una cuantía de 964.145 euros, cuando había previstos 1,3 millones para ese apartado. Mientras, en el caso de las obras de reparación serán 29 pueblos con 362.442 euros, más de lo previsto en un principio puesto que para este capítulo en concreto solo se iban a destinar 200.000. Esto evidencia la gran demanda existente para la conservación y reparación de frontones, polideportivos, piscinas y vestuarios, rehabilitación de accesos o sustitución de luminarias.
Como argumenta Carretón, la Diputación ha conocido de primera mano con los alcaldes de la provincia que esta se alza como una de las principales preocupaciones en materia deportiva y de ocio. Asegura que han «captado el problema» y por ello tratarán de poner una solución con estas nuevas subvenciones de las que pronto se conocerán todos los detalles. Todos estos espacios sirven para aportar vida al medio rural y de ello parecen conscientes desde la institución provincial.
Para este año, desde el área de Deportes se ha decidido que el principal proyecto se convertirá en la realización de un gran complejo en Fuentes Blancas, con un pabellón de hasta 2.000 espectadores, que tendrá un coste de 4,5 millones. Pese a que en un principio se pensó -y se criticó por parte de algunos municipios- que con esa inversión no se iba a inyectar dinero a las zonas deportivas enmarcadas en el medio rural burgalés, parece que la Diputación finalmente sí apostará por una partida destinada a dicho fin.
Fuente original: www.diariodeburgos.es