La Inspección de Trabajo impide reanudar las obras de Castrovido


A estas alturas del mes de mayo, y en situaciones normales, deberían haber comenzado las labores de hormigonado en la construcción de la presa de Castrovido, pero sin embargo no se han iniciado ni se reanudarán hasta que Inspección de Trabajo dé el visto bueno a un nuevo plan de trabajo que ha requerido tanto a la Confederación Hidrográfica del Duero como a la empresa ejecutora de la infraestructura hidráulica, Fomento de Construcciones y Contratas.


La rectificación en ese plan, según explica Pedro Matía, director técnico de la CHD, tiene que ver con modificar algunos de los aspectos en la forma de trabajar en la presa y que están relacionados con el tránsito de cargas suspendidas por encima de los trabajadores, es decir la utilización de los blondines, uno de los cuales fue el causante del accidente ocurrido en 2011 y que costó la vida a cuatro empleado y heridas a varios.
 «Es cierto que está prohibido el tránsito de cargas suspendidas por encima de los trabajadores, pero la legislación acepta una excepción, y eso es lo que sucede en este caso, ya que resulta imprescindible que sea así», señala Matía, quien reconoce que en la actualidad están trabajando para justificar mejor esta circunstancia y que sea aceptada para poder reanudar las obras. «No solo es una forma de trabajar de la empresa, es que para construir esta presa solo se puede trabajar así y no tiene nada que ver con el ahorro», alega el director técnico.
Para Matía no hay otra solución que continuar utilizando los dos blondines que recorren toda la presa y entiende que tienen que pasar por allí porque «así se han construido el 85% de las presas. Nosotros nos agarramos a esa excepción, sino estaría permitida, tampoco lo estaría la fabricación de los blondines», explica el director técnico, que reconoce que tanto la CHD como FCC han recibido la notificación de una sanción por haber estado trabajando la pasada campaña con este procedimiento, el mismo que cuando sucedió el trágico accidente que costó la vida a cuatro trabajadores y varios resultaron heridos en octubre de 2011 al caerles una cuba cargada de hormigón encima.
Las dos actas de infracción levantadas el año pasado por la Inspección de Trabajo han derivado en sendas sanciones, de 40.000 euros cada una, para la empresa constructora y la CHD, ya que se considera que la infracción (las cubas con la carga de hormingón pasaban por encima de los trabajadores) es grave en grado máximo. La sanción está todavía en trámite, no es firme, a la espera de las alegaciones.
Por lo que respecta al reinicio de las obras, la Inspección de trabajo ha solicitado a los promotores de la misma un nuevo plan de trabajo, ya que en el que han presentado para esta campaña de hormigonado han detectado lo que califican de ‘errores’ en el ámbito organizativo para llevar a efecto las obras previstas y por eso exigen nuevas medidas organizativas (un nuevo plan de seguridad y salud laboral) evitando que pasen las cargas de hormigón por encima de los empleados, lo que puede duplicar el tiempo de trabajo y presupuesto de la obra.  
Desde la dirección técnica de la Confederación Hidrográfica del Duero confían en que no se pierda esta campaña, pero también reconocen que no saben cuánto se pueden demorar los trámites con Inspección de Trabajo hasta que de su confirmación a la modificación de ese plan y puedan comenzar las obras. «Nos encontramos en un impasse, en un momento delicado y estamos trabajando para ver si somos capaces de solucionarlo», reconoce Matía, quien afirma que en la presa han seguido los trabajados de mantenimiento y preparación, y que a finales de esta semana tenían previsto que estuviera todo   listo para poder comenzar a hormigonar de nuevo en el muro de la presa de Castrovido.

 

 

 

fuente: DB