La Asociación para el Fomento del Turismo Ribereño (Afotur) está de enhorabuena. Cumple 40 años de historia, en la que han destacado éxitos como el lema ‘Aranda de Duero, tierra de vino y cordero’, o el nacimiento de la Ruta del Vino Ribera del Duero, el tercer itinerario más visitado de España. Hoy su presidenta, Mercedes Calvo, analiza el pasado para mirar a un futuro que, en su opinión, no se entiende sin infraestructuras como la reconexión con Madrid por tren y la finalización de la A-11, una autovía que lleva más de 30 años de retraso.
Pregunta-. ¿Qué balance hace de estas cuatro décadas de trabajo?
Presidenta del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Afotur, Mercedes Calvo-. Es un año muy importante, y nos llena de orgullo por todo lo que hemos logrado. Lo más emocionante es ver cómo una visión compartida, la de aquel grupo de personas que creyeron en el potencial turístico de la Ribera del Duero, ha dado frutos. Hemos transformado nuestra comarca en un referente turístico, no solo a nivel nacional, sino internacional, y eso es algo que todos los que formamos parte de Afotur y la Ribera debemos celebrar. En este sentido, he de agradecer la profunda dedicación de los presidentes anteriores: Justino Izcara, Juan Antonio Alonso, Carlos Bartolomé Sanz, Juan Velasco, Carlos David Bartolomé (fallecido en 2018) y Jesús Tudanca, así como de todas las personas que se han implicado en este importante reto.
P-. Afotur puede presumir de haber gestado el lema que la capital ribereña lleva por bandera: ‘Aranda de Duero, tierra de vino y cordero’. ¿De quién fue la idea?
R-. De Juan Antonio Alonso Hontoria, que fue presidente entre los años 1988-1990. Fue, sin duda, un gran lema que se ha convertido en estandarte.
P-. Uno de los principales logros de Afotur fue participar en la creación de la Ruta del Vino Ribera del Duero. ¿Qué impacto ha tenido esta ruta en la promoción de la región?
R-. La Ruta del Vino ha sido clave en el desarrollo turístico de la Ribera del Duero. Desde su creación, ha permitido que los visitantes no solo disfruten de nuestros excepcionales vinos, sino que también descubran la historia, la cultura y los paisajes que forman parte de nuestra identidad. Es uno de los atractivos más fuertes para atraer a turistas de todas partes del mundo. La ruta, además, responde a la perfección a la filosofía de Afotur, una asociación que entiende que Aranda no sería lo que es si no fuese por la Ribera. Debemos seguir caminando juntos.
P-. Además del vino, ¿qué otros elementos han sido esenciales para diversificar la oferta turística de la Ribera del Duero?
R-. Aunque el vino es uno de nuestros mayores emblemas, nuestra oferta turística va mucho más allá. La Ribera del Duero tiene un patrimonio histórico riquísimo, con tradiciones muy arraigadas como la Semana Santa y las Jornadas del Lechazo, que atraen a miles de visitantes. Tenemos un patrimonio religioso de primer orden, con ejemplos como Caleruega, Gumiel de Izán, con su Petra española, o La Vid, sin olvidar pueblos con encanto especial como Moradillo de Roa, Zazuar, o los muchos castillos. Tampoco podemos olvidar la marca Sonorama, un referente en el turismo musical. Todo esto nos ha permitido diversificar nuestra oferta y ofrecer experiencias integrales que conectan a los visitantes con la esencia de nuestra tierra.
P-. Efectivamente, Aranda es tierra de vino y lechazo, pero también es un peso pesado en industria, con puntales como el sector del metal y multinacionales de la talla de Michelin, GSK y Pascual. ¿Debe abrirse Aranda al turismo de eventos?
R-. Por supuesto, es un camino que hay que seguir fomentando.
P-. Hablemos de desafíos. ¿Cuáles son las principales metas que se han trazado para los próximos años?
R-. El turismo está en constante evolución, y uno de los mayores retos es adaptarse a las nuevas demandas de los viajeros. Hoy buscan experiencias más auténticas, sostenibles y personalizadas. En este sentido, nuestro objetivo es seguir innovando, ofreciendo vivencias que conecten emocionalmente a los visitantes con nuestra tierra, sin perder de vista la sostenibilidad y la preservación de nuestro entorno natural. También trabajamos en la digitalización para hacer nuestras ofertas más accesibles y atractivas a nivel global.
P-. Una de sus principales reivindicaciones ha sido, y es, la urgente conversión de la N-122 en la ansiada A-11 y la reapertura del tren Madrid-Aranda-Bilbao, cerrado en su conexión sur por el derrumbamiento del túnel de Somosierra. ¿Por qué son tan importantes estos proyectos para el desarrollo turístico?
R-. La mejora de infraestructuras es fundamental para el crecimiento del turismo en la Ribera del Duero. La A-11, que atraviesa toda nuestra comarca, es esencial para mejorar la conectividad y facilitar el acceso de los turistas a nuestra región. Lo mismo ocurre con el tren directo Madrid-Aranda-Bilbao, un proyecto que no solo potenciará el turismo, sino que también conectará mejor a Aranda y la Ribera con importantes ciudades del país. Además, queremos que la experiencia del viaje sea parte de la experiencia turística, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de descubrir nuestra tierra desde el momento en que suben al tren. A este respecto, confío en que ADIF dé el visto bueno al tren turístico entre Aranda y el norte, que hemos pedido desde Asemar, junto al Ayuntamiento y la asociación Art de Troya, como promotora de Sonorama Ribera.
P-. A nivel personal, ¿qué representa para usted liderar Afotur en este aniversario tan especial?
R-. Para mí, es un honor y una gran responsabilidad. Afotur ha sido una pieza clave en el desarrollo de la Ribera del Duero como destino turístico, y liderar esta asociación en su 40 aniversario es un privilegio. También es un compromiso con el futuro, con seguir trabajando para que nuestra tierra siga siendo un referente turístico y para que las generaciones futuras puedan disfrutar de todo lo que hemos construido.
P-. Para terminar, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a todas las personas que han sido parte de estos 40 años de historia?
R-. Mi mensaje es de agradecimiento profundo. A los fundadores de Afotur, a los empresarios, bodegueros, restauradores, hoteleros, y a todos los profesionales que han creído en el potencial de la Ribera del Duero. Gracias a su esfuerzo, hoy somos lo que somos. Y, por supuesto, a Aranda de Duero, que ha sido el motor de este crecimiento. El camino no termina aquí, aún tenemos mucho por hacer y construir, pero con la misma pasión y visión, sé que el futuro nos depara grandes éxitos.
Fuente original: www.elcorreodeburgos.com