Un profesor de Briviesca diseña un juego de cartas para que sus alumnos aprendan sobre Patrimonio

Una baraja de cartas ha revolucionado las clases de Geografía e Historia de 2º de la ESO en el colegio Jesús María de la capital. Pero no una cualquiera. Los cuatro palos de la española o de la de póquer pasan a seis, y las picas, corazones, diamantes y tréboles mutan en la catedral de Santa María de Burgos, la Cartuja de Miraflores, el Duomo de Milán o Notre Damme, entre otras joyas monumentales. Desde el curso pasado, ‘empaparse’ sobre Historia del Arte resulta más atractivo y así consta en las calificaciones obtenidas en el curso pasado.

El juego empleado para ofrecer a los estudiantes una propuesta educativa innovadora no hizo falta comprarlo, aunque ahora ya está disponible. A su diseñador le tenían en casa, más bien frente a la pizarra, y durante el escaso tiempo libre con el que habitualmente cuenta Adrián Hontoria -demasiados entrenamientos de fútbol y otras aficiones- se planteó idear una alternativa a las diapositivas, libros y apuntes clásicos. 

En su Briviesca natal, donde todo aquel que aprecie la Cultura le pone cara al estar desde niño muy involucrado, desarrolló parte de su idea. Vinculado a laBien Trazada hasta el punto de centrar sus trabajos de fin de Grado y Máster en sus iglesias, el docente quiso dar un paso más para localizar entre la infinidad de posibilidades una situación de aprendizaje que se saliera de lo común. Y lo ha conseguido.

Habrá una segunda parte de este proyecto que incluirá estilos artísticos de otras épocas»

Tesoros Medievales nace para aquellos a los que les apasiona el arte. Compuesto por 90 cartas, el juego está dividido en seis categorías, donde cada una representa un estilo artístico distinto -bizantino, islámico, carolingio, prerrománico, románico y gótico- con 15 obras representativas y únicas. La dinámica es sencilla con partidas rápidas que apenas requieren una preparación previa. El objetivo de los jugadores consiste en identificar correctamente los estilos y sean capaces de reunir cartas en función de los diferentes modos de participación -todos explicados en las instrucciones- mientras aprenden a distinguir las características únicas de cada uno de ellos, «enriqueciendo su conocimiento sobre el arte medieval de una forma, a mi parecer, más divertida», comenta el autor.

Su carácter puramente educativo y didáctico no se focaliza solo para estudiantes adolescentes y se adapta perfectamente a cualquier jugador que quiera aprender, disfrutar y divertirse con el patrimonio de la Edad Media. Consiste en una excelente herramienta para «fomentar el interés por este campo y mejorar el conocimiento cultural, a la vez que uno descubre las técnicas y estilos que caracterizan a cada época, desarrolla la memoria visual y la capacidad de análisis», explica el briviescano. Pero este proyecto continuará… y Adrián promete una segunda parte que incluirá el resto de estilos artísticos. A lo largo de las próximas semanas confía en presentarlo oficialmente al público en la tienda Avalon de Burgos, especializada en juegos de mesa. 

Está dirigido a un público que quiera aprender sobre Historia del Arte y Patrimonio

Echar una partida más allá de las aulas ya es posible. La baraja se puede adquirir en la Oficina de Turismo de Briviesca por 12,90 euros y también en a través del perfil de Instagram @historiaaprendida, un espacio en el que el docente explota otra cualidad: la de divulgar la historia de ayer. Un viaje gratis en el tiempo desde el que sumergirse en el fascinante mundo del arte pasado.

Fuente original: www.diariodeburgos.es