El ramal a Prado Marina en Aranda de Duero pierde un 25% del tráfico por averías y falta de trenes

El número de convoyes y mercancías que se mueven por el ramal ferroviario hasta el polígono industrial Prado Marina, en Aranda de Duero, ha finalizado 2023 con un descenso de un 26%. Según detallan las tres empresas que utilizan esta infraestructura en la capital ribereña, Tubos Aranda, Aranda Coated Solutions y Ecosteel, la cifra global ronda las 130.000 toneladas de acero, frente a las 175.564 de 2022.

La cantidad total que estas compañías recibieron a pie de fábrica a lo largo del año pasado se reparte de la siguiente manera: Tubos Aranda, dedicado a la fabricación de tubos de acero, recepcionó alrededor de 87.000 toneladas; y las otras dos firmas, pertenecientes al grupo empresarial Network Steel (NSR), las 41.500 restantes. Más concretamente, fuentes de la compañía precisan que unas 25.300 toneladas aproximadamente corresponden a Aranda Coated Solutions, en cuya planta elaboran bobinas prepintadas, mientras que cerca de 16.300 fueron para Ecosteel, que trabaja el decapado del acero. 

Estos datos contrastan con los registrados sólo un año antes, cuando Tubos Aranda recibió por el ramal ferroviario alrededor de 108.000 toneladas y las empresas del grupo NSR en torno a 68.000. Si se analiza la evolución del tráfico de mercancías por tren hacia el polígono Prado Marina, la cifra de 2023 es una de las más bajas de los últimos años ya que en 2021 se movieron 209.281 toneladas; en 2020 otras 178.000; mientras que 2019 terminó con 212.000 toneladas.

Según las empresas que emplean esta infraestructura, hay varias causas que explican este descenso. La directora de Tubos Aranda, Elena Martín, apunta que, en su caso, aumentaron la compra nacional de bobinas, cuya entrega se llevó a cabo por camión. Además,  indica que su operador ferroviario no pudo asignarles más trenes, «porque material y necesidad sí que tenemos». En lo que respecta a Aranda Coated Solutions y Ecosteel, fuentes del grupo subrayan tres factores. En primer lugar, las averías que ha sufrido el ramal. Una de ellas tuvo lugar en abril tras descarrilar un vagón entre los apeaderos de las localidades de Sarracín y Villamayor de los Montes, lo que provocó que las empresas estuvieran diez días sin recibir bobinas de acero. Después, en octubre, se produjo otro descarrilamiento en el término de Gumiel de Izán. De hecho, fuentes ferroviarias consultadas por DB advierten de que se mueven muchas toneladas y la infraestructura arrastra «deficiencias» debido a la «falta de mantenimiento». 

De Gijón a León. En segundo lugar, desde el grupo NSR apuntan que la disponibilidad de trenes «no ha sido muy grande», ya que hay un único operador en el citado ramal. A ello se suma que en 2023 transportaron «bastante material» desde el puerto de Gijón hasta su planta en León y de ahí a Aranda de Duero. «Parte de la materia prima que se usa en la fábrica de Aranda, sobre todo en Ecosteel, combina bien con la que se necesita en León», indican. No obstante, resaltan que la situación de 2023 no tiene porqué continuar durante este año, ya que depende de múltiples factores. Así, abogan por ver cómo se comporta el mercado y cómo se encuentra el ramal ferroviario. 



Fuente original: www.diariodeburgos.es