Eduardo Ruiz de Velasco cuajó una gran tarde en Salas de los Infantes, durante su primera actuación en la provincia de Burgos, aunque se les escapó el triunfo a la espada con el último novillo de Valdeflores, el mejor de los cuatro que salieron a una plaza con más media entrada, muy animada por las peñas y con muchos aficionados desplazados desde la capital.
El salmantino Diego Mateos cortó dos orejas en esta novillada sin picadores y Ruiz de Velasco una, pese a que estos tres primeros animales se mostraron flojitos y no brindaron muchas oportunidades de lucimiento a los diestros. El cuarto fue, sin duda, el mejor de la tarde. El burgalés toreó de maravilla por los dos lados, sobre todo por el izquierdo, por donde el novillo iba muy bien y le dio varias series preciosas, para disfrute del público. Sufrió también un revolcón, que afortunadamente se quedó en un susto sin consecuencias.
Se tiró a matar cobrando una estocada que no hizo caer rápidamente al animal, lo que le forzó a coger el descabello. Así, cuando tenía todo el triunfo en la mano no acertó a rematarlo y el de la Escuela Taurina de Palencia se tuvo que conformar con una gran ovación para cerrar este debut en su tierra.
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