Nunca es tarde para aprender y descubrir una pasión. Petri vio trabajar el mimbre y se lanzó a practicar este oficio artesano. Hace tres años que vive en Palacios, donde enseña a quién quiera aprender. Un artesano ya fallecido le reveló sus secretos hace diez años y son miles las piezas que ha creado.
Con solo nombrar su nombre en Palacios de la Sierra siempre hay alguien que dice la coletilla: “qué mujer más simpática y agradable”. Así es Petra Hernández, conocida como Petri, capaz de contagiar su alegría y empuje a todo el que se le acerca. Su marido es palanciano, por eso hace tres años que se quedaron a vivir en Pinares, después de jubilarse en Madrid. Ahora comparte su pasión por el mimbre con todo aquel que se acerque, cada miércoles por la tarde, hasta la sede de la asociación de Amas de Casa de Palacios.
“El año pasado ya hice un curso de artesanía con mimbre y vino mucha gente. Puede venir quién quiera y solo se paga una cuota simbólica”, cuenta Petri mientras ultima la base de lo que será una cesta, obra de una de sus alumnas. Intenta recordar como empezó todo… “hará ya diez años. En la romería del 27 de julio montaron una feria y una mujer enseñaba a los niños a hacer cosas con mimbre. Me interesé por ello porque me llamó mucho la atención. Entonces sabía de ‘Lino’, un salense que vivía en Canicosa y que estaba en la residencia de aquí; él conocía bien el oficio del mimbre. Le pregunté al día siguiente si me enseñaría y me dijo que sí, que se iba a morir y a nadie le había enseñado el oficio”.
Lo extraño, coinciden sus alumnas, es que Lino se negó a enseñar a las trabajadoras del centro cuando se lo pedían, pero con Petri hizo la única excepción. “Estuve todo el mes de agosto, porque en septiembre volvíamos a Madrid, practicando con él. Aprendí en menos de dos meses, pero porque estaba 10 y 12 horas practicando”, dice apasionada esta mujer.
Antes de comenzar a compartir sus conocimientos Petri hizo casi de todo con mimbre: “he hecho muchas cosas, no sólo cestas y recipientes. Tengo abanicos, mesas, sillas, forrado de botellas, que evita la rotura y conserva el frío, un crucifijo, sonajeros, carritos para muñecas… se puede hacer de todo con el mimbre”. Y ella no ha dado tregua al tiempo ni a sus manos, muestra es la afirmación de una de sus alumnas y presidenta de la asociación Amas de Casa de Palacios, Nieves Fernández, “no quedará casi nadie en el pueblo que no tenga una cestao algo de mimbre que le ha regalado Petri”.
Entre sus grandes logros esta radiante maestra resalta el que le hizo y regaló a una doctora de Madrid: “es algo que no se vende. Es un bastón con una cesta en medio para ir por el campo y recolectar sin tener que soltar el bastón ni ocupar la otra mano. Me quedó precioso y es algo que no encuentras por ahí; muy original”. Petri no deja de trabajar el mimbre mientras relata su historia. Su pasión por el modelaje de materia vegetal la hace feliz. “Se utilizan troncos de plantas para trabajar. Es ‘vergalera’ y médula de junto, que es más maleable. Se moja y se trabaja bien con ello”, matiza la profesora.
Ya ha expuesto algunos trabajos, pero su ilusión no está en mostrar lo que hace si no en hacerlo y enseñar a aquellos que quieran desarrollar esta afición. Petri encandila al conocerla y por ello los adeptos al mimbre aumentan en Pinares.
A QUIÉN PASAR EL TESTIGO DE UN OFICIO ARTESANAL
Petra Hernández, Petri para quién la conoce, se apasionó por los trabajos hechos con mimbre y consiguió lo que nadie había conseguido: que un artesano del mimbre le pasara el testigo de su oficio. Quién conoció a Lino en la residencia de Palacios de la Sierra recuerda que no quería enseñar a las empleadas del centro. Sin embargo a Petri sí y, casualidad o no, Lino falleció un mes más tarde, después de haber enseñado a otra persona todo lo que sabía hacer.
Tal vez fue la pasión con la que Petri le pidió que le enseñara la que convenció a este hombre a pasar sus conocimientos en el arte del mimbre. Lo cierto es que después de un intenso mes juntos, Petri aprendió y diez años después ha continuado, con fervor, desarrollando esta labor artesana.
fuente: LVP