Iguanodón de mas de 12 metros

Junto al dinosaurio hallado en La Tejera en 2007, al norte de Barbadillo del Mercado, y a otros restos de Cabezón de la Sierra, el descubierto ahora es de los más grandes de la comarca


El hallazgo fue realizado en el curso de los trabajos de prospección de un proyecto de paleobotánica promovido por la Junta y que desarrolla actualmente la empresa salense Dinocyl y el Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas. En el trabajo de campo de 2009 los investigadores localizaron el fósil al noreste del municipio serrano. Se trata de una réplica natural y es un hallazgo aislado.

Este tipo de réplicas se origina cuando el dinosaurio pisa en un suelo muy blando de barro arcilloso. El hueco formado se rellena posteriormente de una capa de otro tipo de sedimento, en este caso, arenas. Al enterrarse las dos capas por otras más que se depositan encima, los sedimentos sueltos se compactan y cementan, convirtiéndose en rocas: arcilla y arenisca. Cuando mucho más tarde la erosión deja al descubierto el yacimiento de huellas, la arcilla desaparece por la acción del agua, pues es relativamente blanda y poco cohesionada. Sin embargo la arenisca soporta mucho mejor el desgaste erosivo, por lo que de la huella original permanece un contragolpe o réplica natural, según explican fuentes de la Fundación.

Hay más casos de aparición de este tipo de fósiles en la comarca serrana, algunos de los cuales se exponen en el Museo de Dinosaurios salense.

Gran tamaño

Pero la huella ahora recuperada destaca por su tamaño: 65 centímetros de largo por otros 65 de ancho. Se caracteriza por dedos cortos, gruesos y redondeados, un área plantar muy amplia y talón o zona posterior ancha y redondeada. Esta morfología permite identificar la huella como la de un dinosaurio Iguanodóntido, un herbívoro muy frecuente en el continente europeo durante el Cretácico inicial, hace 135 millones de años.

Los iguanodóntidos tienen como característica más llamativa su dedo pulgar convertido en un grueso espolón.

Las mismas fuentes explican que las dimensiones de la huella permiten a su vez deducir la envergadura del autor de la pisada: sus patas tendrían más de 3,20 metros de altura hasta la cadera, y su longitud total, desde la cabeza al extremo de la cola, podría haber superado los 12 metros. Junto al dinosaurio hallado en el yacimiento de La Tejera en 2007, al norte de Barbadillo del Mercado, y a otros restos procedentes de Cabezón de la Sierra, la huella representa a uno de los iguanodóntidos más grandes de los que se tiene registro en la comarca serrana y, por extensión, es una de las mayores huellas de este tipo de dinosaurios encontrada en la Península Ibérica.

El rescate de la huella contó con la aprobación de la Junta, a quien se consultó sobre la necesidad de retirarla del monte, y fue realizado conjuntamente por el Museo y la Fundación ante el riesgo que corría de destrucción por causas climatológicas o por expolio. En las labores de extracción participó la Guardería Forestal así como el salense José Montero, colaborador habitual del museo. El paso siguiente ha sido la donación del fósil al centro expositivo, donde se estudiará y quedará expuesta al público en un plazo breve.

 

fuente: DB