Se cumplió el pronóstico y la nieve ha hecho acto de presencia en la provincia de Burgos, con precipitaciones ocasionalmente fuertes en la capital a primera hora de la tarde. Sin embargo, las constantes lluvias han impedido que la nieve cuaje y las calles de la ciudad y la red de carreteras que la circunda están perfectamente transitables.
La Agencia Estatal de Meteorología esperaba para Burgos una acumulación de 2 centímetros de nieve en casi todo el territorio, pero comenzando con la cota en los 1.200 metros y bajando hasta los 800m hacia el sur de la provincia.
Ha nevado principalmente este sábado en las zonas altas de la sierra de la Demanda, también en la zona de los pantanos del Arlanzón, y especialmente en las cumbres de las sierra de Neila y las de la cabecera del Duero. En la zona más al norte de las Merindades la nieve ya blanqueaba las cumbres desde principios de semana con grandes nevadas en la zona de Lunada, Estacas o la sierra de la Tesla, pero en esta jornada de sábado las temperaturtas fueron más suaves y en muchos puntos de la comarca la nieve dejó paso a la lluvia.
A medida que avanzó el día ha cuajado más la nieve en el valle del Arlanza y la Ribera del Duero con el paisaje nevado a primeras horas de esta tarde, pero también sin afectar a la circulación de la autovía A-1.
Más complicaciones dejan las fuertes rachas de viento que han cruzado Burgos durante toda la jornada y que han causado diversos daños al arbolado y edificaciones.
En Capiscol una dotación del cuerpo de bomberos de Burgos tuvo que intervenir al desprenderse un fragmento de fachada por el fuerte viento y en la red de carreteras también se dejó notar. De ahí que la totalidad de la provincia salvo el extremo noreste figure este sábado en alerta amarilla por rachas de viento de hasta 70 kilómetros hora.
Fuente original: www.elcorreodeburgos.com