La seta es común en el arranque del verano, y escasea cuando el calor aprieta. Los aficionados esperan también a la amanita cesárea, con las tormentas de la pasada semana, pero precisa de temperaturas más altas.
El rebozuelo, cuyo nombre científico es cantharellus cibarius, es una excelente seta comestible, fácilmente identificable, que no es atacada por larvas, de sencillo transporte y conservación. Los ejemplares bien desarrollados de la llamada seta de San Juan poseen un aroma más delicado y aparente que los demasiado jóvenes. Se deseca con facilidad y se conserva bien.
LA DENOMINADA ´CANTARELA` PROLIFERA EN LAS ZONAS HúMEDAS DEL MONTE
La seta prolifera en terrenos húmedos, junto a zonas de trampales, y la época de proliferación coincide con la segunda quincena de junio y primera de julio. Su color amarillo le hace fácilmente identificable y difícil de confundir con otras especies.
«Hemos cogido un par de kilos», comentaba uno de los recolectores asiduos y que durante esta temporada reside en Navaleno. Su presencia suele ser abundante en «corros o matas».
fuente:PN