Los jugadores practicaban un balompié arcaico, de verano, protagonizado por veraneantes y turistas que pasaban sus días vacaciones en Soria, en Pinares. El Alto de la Dehesa, con su pendiente, fue de los primeros lugares en celebrar un campo de fútbol más o menos reglamentario.
En 1922 se disputó el primer torneo documentado, coincidiendo con las fiestas patronales de San Saturio. Un año después, la familia Ridruejo cedió un terreno en Los Royales para crear un campo, pero la iniciativa no llegó a buen puerto. Posteriormente, se iniciaron gestiones para comprar una explanada que sirviera como terreno de juego, pero tampoco se alcanzó un acuerdo con los propietarios.
A partir de 1930, las Eras de Santa Bárbara, a propuesta de Eloy Sanz Villa, pasaron a ser el lugar elegido para jugar al fútbol en la capital soriana. Estos llanos acogieron los encuentros disputados en Soria y mantuvieron vivo el espíritu futbolístico. Fue el antecedente más cercano al futuro campo de San Andrés, una reliquia que atesora recuerdos imborrables para los amantes del fútbol, ya a finales de los años 40 y con el C. D. Numancia funcionando ya como club federado desde 1945.
Hasta la aparición del Campo de San Andrés, el fútbol soriano siguió buscando una explanada con dimensiones apropiadas y que permitiera al balón rodar, aunque fuera irregularmente.
San Andrés se construyó en 1945 y fue lugar de culto dominical para el Numancia y sus seguidores hasta 1973. El último choque que acogió fue un amistoso entre Numancia y Sanders cuya recaudación se destinó a los damnificados por las inundaciones sucedidas en el Levante español.
José Luis Jiménez ‘Gari’ presidía aquel Numancia que jugaba en la Regional Preferente de Aragón. En 1973 y con el Campo de San Andrés afectado por una reforma integral, el Numancia se quedó sin campo donde jugar al fútbol y deambuló sin destino fijo por varios campos de la provincia. Su primera escala fue La Arboleda de Almazán. Los rojillos disputaron allí sus encuentros oficiales durante cinco meses (de noviembre de 1973 a marzo de 1974). Tras Almazán, el Municipal Burgense fue la segunda opción, aunque todavía más efímera que la anterior, pues el Numancia jugó en El Burgo de Osma no más de dos meses (del 1 de abril de 1974 al 19 de mayo del mismo año) y apenas sesenta días después comenzó un nuevo éxodo en busca de un campo de juego.
El inicio de la temporada 1974-75 resultó muy convulso para aquel Numancia presidido por Victorino Gonzalo Muñoz, pues el destierro se había por medio casi a la mitad de los socios rojillos y, de forma tan salvadora como urgente, apareció la opción de Garray para salvar al Club, casi in extremis. El 15 de septiembre de 1974 se inauguró el Campo San Juan de Garray y fue con derrota por la mínima ante el Jacetano, pero el Numancia recuperó a gran parte de su afición y en 1989, tras quince años de cierta estabilidad, el club consiguió el ascenso a Segunda B, justo en la temporada en la que el Numancia volvía a tener campo de fútbol en Soria capital.
El 5 de agosto de 1989, el Numancia estrenaba, por fin, un campo de fútbol en Soria. Los sorianos conocían el Estadio de Los Pajaritos, un recinto deportivo con pistas de atletismo y ciertamente desangelado para la práctica del fútbol. Aún así, Los Pajaritos vivió momentos inolvidables, como la Copa del Rey de 1996 ó el ascenso a Segunda división en 1997, hitos de la historia numantina marcados con negrita y mayúsculas.
El crecimiento del Numancia demandaba un campo de fútbol de verdad, algo que fue realidad en enero de 1999, con la construcción por parte de la empresa del entonces presidente del club, Francisco Rubio, del Nuevo Campo de Los Pajaritos. Los fieles numantinos pasaron de ver el fútbol en el frío hormigón a sentarse en su localidad numerada y sentir la cercanía con el césped que siempre habían demandado. Con la inauguración se dijo adiós al siempre criticado viejo recinto de Los Pajaritos (a pesar de que sólo contaba con 10 años de antigüedad).
El deseado fortín de Los Pajaritos, inaugurado el 14 de enero de 1999 con un partido amistoso ante el Real Zaragoza inauguró la etapa más brillante y exitosa del fútbol soriano, pues aquella misma temporada el C. D. Numancia ascendió a Primera división, éxito que Los Pajaritos revivió en otras dos ocasiones más (2004 y 2007), albergando durante varios años partidos con muchos de los equipos más importantes del fútbol mundial, como el F. C. Barcelona de Messi y Guardiola o el Real Madrid de Florentino y Cristiano Ronaldo.
Ahora, 25 años después, la afición numantina disfruta de un fútbol más modesto, pero de un estadio que sigue teniendo las mismas comodidades y se mantiene con los mismos cuidados y el mismo esmero que se puso desde el primer día de su construcción. Mejoras continuas y sostenidas en el tiempo, como el repintado del graderío, la calefacción en las gradas, la reforma integral de los vestuarios o los rutinarios cambios del césped para seguir disfrutando de una instalación que es orgullo de todos los numantinos y envidia sana para muchos de los rivales que visitan el Municipal soriano cada domingo.
Fuente original: www.tuvozenpinares.com