Los tramos “peligrosos” descienden un 30 por ciento en las carreteras nacionales

Tramos
La seguridad en la red de carreteras nacionales de Castilla y León se ha incrementado en el último año, según se desprende de un informe realizado por el Real Automóvil Club de España (RACE) en el que se analiza la siniestralidad vial y el índice de riesgo en estas vías teniendo en cuenta el número de accidentes de los últimos tres años.

Mientras en el estudio relativo al año 2010 se contabilizaban más de 180 kilómetros con una tasa de riesgo ‘medio-alta’, que se repartían en trece tramos de once carreteras, en el informe del pasado año la cifra de kilómetros ‘peligrosos’ descendió a poco más de 128, que se sitúan en nueve tramos de ocho carreteras de las provincias de Ávila, León, Soria, Segovia y Zamora.

Ávila, con cuatro tramos en las carreteras N-502, N-501 y N-403, que suman 69 kilómetros y en los que se registraron 26 accidentes graves y cuatro con víctimas mortales, es la provincia con las carreteras más peligrosas de la Comunidad. Además, en la N-403, cerca del límite con la provincia de Madrid, se sitúa el tramo más peligroso de toda la región con tres siniestros con fallecidos y cinco con heridos graves.

Aunque a mucha distancia, después de Ávila se encuentra la provincia de León con dos tramos en la N-536 y la N-630, que suman 30 kilómetros y un balance de 16 accidentes graves. En Zamora sólo se encuentra un tramo, en la N-122, y lo mismo ocurre en la N-234 a su paso por Soria, aunque en este caso se han registrado cinco accidentes con heridos graves y dos con fallecidos.

El otro tramo que afecta a la Comunidad se encuentra en la N-6, a la entrada de la localidad segoviana de San Rafael cuando se desciende el Alto de los Leones.

Con relación al estudio de 2010, cabe destacar que han desaparecido de esta ‘lista negra’ tres tramos ubicados en carreteras de la provincia de Burgos (N-629 y N-627), dos en Zamora (N-630 y N-631) y uno en Soria (N-111).

Perfil de tramo. Analizando las vías de mayor siniestralidad se puede establecer un perfil común a los tramos con nivel de riesgo elevado, el cual correspondería a una carretera convencional de calzada única, con intersecciones al mismo nivel y con una intensidad de tráfico por debajo de 10.000 vehículos diarios (todos los tramos negros corresponden a carreteras con una media de entre 2.000 y 10.000 vehículos por día). En estas carreteras es donde se producen, principalmente, los accidentes con víctimas originadas a causa de salidas de vía (41 por ciento), seguida de los causados por colisiones frontales (22 por ciento).

En el informe del RACE también se alerta del incremento del número de accidentes con motoristas implicados con relación al resto de usuarios, pasando del 7,8 por ciento en el año 2003, al 13,3 por ciento en 2008 y al 15,5 en 2010.

Según los datos referidos a motocicletas, en el informe correspondiente al año 2011 sólo en 20 tramos de la Red de Carreteras del Estado se producen el 18,9 por ciento de los accidentes graves y mortales de motociclistas, frente al diez por ciento correspondiente al resto de vehículos. Este dato también viene avalado por el hecho de que existen tramos de carreteras con una accidentalidad muy elevada, donde el 100 por ciento de los accidentes que se producen tienen como afectados a motoristas.

Peligro para motos. Carreteras convencionales, ubicadas en zonas de media montaña, con multitud de curvas y cambios de rasante y utilizados por el propio hecho del disfrute de la conducción en moto especialmente en fines de semana, son las características comunes de los tramos de carretera que cuentan con estadísticas de alta siniestralidad de motos.

En este sentido, el Real Automóvil Club de España (RACE) recomienda la mejora del firme, así como la colocación de sistemas de contención para motoristas, una mejora de la señalización, y un mayor control de la velocidad como medidas más eficaces para la reducción en estos tramos de carretera los siniestros graves o mortales de los motoristas.

fuente: DB