La Policía Nacional de Aranda investiga el incendio a priori intencionado que se produjo en la madrugada del viernes al sábado en los bajos del Centro Tomás Pascual. Desde hace casi un año, en los soportales de este edificio se cobijaba un vagabundo, al que quemaron todos sus enseres. Por suerte, esta persona no se encontraba allí en el momento de los hechos, como asegura Enrique García, director de San Gabriel, la institución que gestiona este centro. «De haber estado, habría perecido» ya que, según se grabó en las cámaras instaladas en la zona, «varias personas llegan y prenden directamente sin mirar si había alguien en los cartones. Después, salen huyendo», añade García.
La rápida actuación de los Bomberos permitió sofocar el fuego. Sin embargo, las llamas han afectado al edificio, especialmente a la parte eléctrica y de domótica, que ha «quedado inservible» al quemarse multitud de cables. Además, varios despachos y salones continúan «ahumados», como detalla García, por lo que hoy los emprendedores que ocupan estos espacios no pueden trabajar allí.
En San Gabriel se hallan a la espera de que la Junta de Castilla y León envíe a un técnico y se proceda a peritar los daños. Por su parte, los agentes han localizado al ‘sintecho’ y se encuentra bien.
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