Te Enseño Mi pueblo, la iniciativa que la asociación ADRI puso en marcha en 2018 para descubrir la historia y la esencia de la Ribera del Duero, estrena el año 2024 con una nueva propuesta, Quintanarraya. En este nuevo reto cuenta con el apoyo de Pedro Martínez, un vecino que se jubiló hace algo más de 3 meses y que ha dado el paso para poner en valor una historia que tiene un pasado íntimamente ligado a Clunia y a los romanos. “Mi trabajo estaba orientado al Medio Ambiente pero desde que estudié de pequeño en Quintanarraya con el maestro Oswaldo, siempre he tenido interés por la historia”.
Hay mucho que contar. “En el recorrido les explicó por qué estamos en un entorno tan especial y cómo se forjó el asentamiento de la pre-Clunia”, avanza sin olvidar la importancia del canal que fue construido en el siglo XI y que provocó el asentamiento poblacional actual.
En la ruta, el visitante descubre la riqueza de la industria de los molinos. “Aprovechando que el canal venía de una derivación de aguas del río Arandilla, y que el flujo era mantenido, se crearon 4 molinos que a día de hoy siguen funcionando. Uno de ellos, que pertenece a la familia Cid se ve en la ruta”, anima.
Los visitantes también sabrán por qué a los vecinos de Quintanarraya se les llamaba ‘los americanos’. “Es un historia curiosa en un pueblo que fue pionero en muchos aspectos. Fue uno de los primeros municipios de la provincia en aprobar la concentración parcelaria en 1963 y eso supuso dar el salto a la mecanización y que fuera uno de los primeros en tener tractores, sembradoras o trilladoras”, relata.
A la hora de sumarse a este proyecto turístico que ya cuenta con 26 pueblos, Pedro fue el que se puso en contacto con la Asociación ADRI Ribera del Duero burgalesa. El ensayo tuvo lugar el 16 de diciembre con el coordinador Isidro Ferreras, y el estreno llegó el día 30 de ese mismo mes, con más de 30 personas, “todos del pueblo”. “Es importante poner en valor el patrimonio y la historia de estos pueblos que si no lo remediamos seguirán perdiendo población”, defiende convencido de que al tener al lado a Huerta de Rey, Quintanarraya tiene opciones de futuro.
Antiguamente la actividad económica estaba relacionada con el campo y la ganadería. Hoy se mantiene con tres granjas, dos de cerdos y una de ovejas, pero también hay personas que trabajan en Huerta y en otros municipios cercanos como Doña Santos o Aranda de Duero. Según explica Pedro, aunque en el año 1959 llegaron a tener 470 vecinos, el crecimiento se detuvo en el momento en que se dejó de cultivar remolacha. “Fue un punto de inflexión”, subraya sin perder la esperanza. “Al estar cerca de Huerta donde hay bastante actividad industrial, Quintanarraya puede ser una opción, pero para eso es preciso que haya un parque de viviendas que a día de hoy es muy limitado”, advierte.
Con una población mayor, la alegría cobra forma cuando salen los 3 niños que todavía no han cumplido los 3 años. “Los niños siempre son sinónimo de alegría”.
Los visitantes pueden terminar la ruta en el bar que hay dentro de la Casa de la Villa. “Ahí se han hecho muchas bodas, fiestas y celebraciones. Ha costado mucho esfuerzo pero por fin ahora lo lleva un chico joven de Huerta de Rey y la verdad es que estamos contentos porque junto al consultorio médico, el bar es el mejor servicio en un pueblo pequeño porque sirve de punto de encuentro”.
En la actualidad el programa ‘Te Enseño Mi Pueblo’ cuenta con 26 municipios adheridos: el arte y la historia de Adrada de Haza, el trazado urbano medieval y la naturaleza serrana de Araúzo de Miel; el paisaje de valles de Araúzo de Salce; el dios Baco de Baños de Valdearados; los ríos de Berlangas de Roa; la historia marcada por el monasterio premonstratense de Brazacorta; la leyenda de la ballena en el condado de Siruela de Campillo de Aranda; las fuentes y lagares de Fuentelisendo; la historia, sierra y minas de Fuentenebro; el señorío de los anillos de Gumiel de Mercado; el porrón de paisajes de Guzmán; el paseo mágico de Haza; el paisaje de Hoyales de Roa; el humor de Pardilla; el paseo por San Martín de Rubiales; el arte entre viñas de Sotillo de la Ribera; la fortaleza de Torregalindo; la villa de los mil manantiales de Tórtoles de Esgueva; la creatividad de Tubilla del Lago; el balcón de la Ribera de Valcavado de Roa; las piedras parlantes de Valdeande; los secretos de Villaescusa de Roa; la resina oculta de Villanueva de Gumiel; el siempre bello Zazuar y el tiempo detenido de Zuzones.
La ruta de Quintanarraya tiene por título, ‘tierra de Arévacos y Foramontanos, paso de trashumantes, arrieros, peregrinos y cidiano’ y se desarrolla el último sábado de cada mes.
Fuente original: www.elcorreodeburgos.com