Sabotean la nueva conducción

Sabotean la nueva conducción de agua entre Palacios y Vilviestre

Unos 1.380 metros de tubo de politileno han quedado inservibles al ser destrozados con
F. TRESPADERNE

De las palabras han pasado a los actos vandálicos. Desde hace unos meses, un sector de vecinos de Palacios de la Sierra venía mostrando su desacuerdo con el hecho de que una tubería de conducción de agua hacía Vilviestre del Pinar pasara por el término municipal de su localidad, incluso recogieron firmas en contra de este proyecto que contaba con todas las autorizaciones y permisos.
En la madrugada del pasado lunes al martes, autor o autores desconocidos sabotearon las obras de este proyecto, financiadas por la Junta de Castilla y Léon, destrozando con un hacha 1.380 metros de tubería y dejando inservibles, con tierra en los depósitos de combustible, las máquinas que la empresa contratada estaba empleando para hacer la zanja y enterrar los tubos de politileno. Los daños, en principio, pueden rondar los 36.000 euros, según han indicado diversas fuentes consultadas, valorando los daños en las máquinas y tubería. La Guardia Civil está investigando unos hechos en los que, al parecer y por las huellas dejadas en el lugar, podrían haber participado dos personas y no se descarta que en las próximas horas se tome declaración a varios vecinos de Palacios de la Sierra. La conducción saboteada, que viene desde la Junta de Ledanías donde está la captación, pasa por el término municipal de Palacios hasta Vilviestre del Pinar y lo que se está renovando ahora es precisamente el tramo de Palacios, que se desvía por otra zona por una cuestión técnica de presión del agua, a lo que se oponen los vecinos, aunque no presentaron ninguna alegación al proyecto durante el período de exposición pública. «La obra no tiene ningún misterio, es hacer una zanja meter un tubo y enterrarlo, no molesta a nadie y es para suministrar agua», indica un vecino de la zona que no entiende este sabotaje. terrorismo callejero. El alcalde de Palacios de la Sierra, Julio Munguía, ha condenado este tipo de actuaciones, «porque las cosas no se solucionan por las bravas y a la fuerza. Esto no es el salvaje oeste donde cada uno puede hacer lo que le dé la gana. Es un acto de terrorismo callejero, es lo mismo que ocurre en el País Vasco con la quema de autobuses o cajeros y quiero dejar claro que el Ayuntamiento de Palacios no tiene nada que ver con estos hechos y está totalmente en contra, y no se puede juzgar a un pueblo por un vecino descontrolado». Para el alcalde de Palacios de la Sierra, «el que ha pagado el pato no han sido los ayuntamientos sino el contratista de las obras, que es un señor que está trabajando y defendiendo su pan y que ahora ve como la maquinaria ha quedado inservible» y reitera que cualquier actuación municipal «tiene otros medios de defensa que no son los destrozos y el vandalismo».

Noticia enviada por Mónica (gracias) Enlace www.diariodeburgos.es