Silos acoge la Fiesta de los Jefes los días 25 y 26 de enero en un programa cargado de actos


fiesta de los jefes
El día de Reyes arrancaron los actos tradicionales de La fiesta de Los Jefes en Santo Domingo de Silos, que este año se vivirá los días 25 y 26 de enero. En la tarde de Reyes, se procedió al sorteo de los cargos de Capitán, Cuchillón y Abanderado entre los varones casados del pueblo. Durante este fin de semana se despliega un extenso programa de actos que cada vez tiene un reconocimiento mayor en el exterior.

La fiesta de Los Jefes recuerda la hazaña de los silenses contra el ataque de los árabes. Cencerradas, pasacalles,”las crestas”, carrera de jinetes de San Anton, carrerillas de los chicos por el pueblo portando antorchas, misa castellana y de Acción de Gracias, se se despliegan en el programa del día grande.

 Como manda la tradición, tras la comida, las autoridades inician el juego de la taba, y si antes las apuestas se cruzaban en duros y pesetas de plata, ahora se hacen en euros, no sólo en el recinto sino en todos los bares del pueblo. Ni siquiera la prohibición que pesó sobre los juegos de azar durante el régimen franquista pudo con la Tabera, fiesta que rebrotó y rebrotó hasta llegar a nuestros días.

El sábado 26, los hombres vestidos con capa castellana son los comisarios de la fiesta y suelen ser todos los cabeza de familia de la villa. Los niños ataviados con chalecos y polainas de borreguillo y cargados con cencerros son la representación de los ganados que durante el incendio fingido de Silos se encargarán de provocar el mayor ruido y alboroto posible.

 A primeras horas de la tarde se celebra la Corrida de Gallos o Las Crestas, ritual antiquísimo en el cual los jefes, y posteriormente cualquier audaz jinete, habrán de intentar cobrar alguna de las prendas que cuelgan de una soga que es hábilmente manejada por un vecino para entorpecer las aspiraciones de los participantes.y tras Las Crestas, la Carrera de San Antón. Por la noche, Silos en llamas con hogueras por distintos rincones.

El domingo 27 estará consagrado casi por completo a las Benditas Animas. Por la mañana se celebra una misa dedicada a todos los silenses difuntos, y por la tarde El Rosario. El luto de los jefes , las letanías acompañadas por el grave resonar del tambor , la austeridad de la procesión y el recogimiento general de la ceremonia conforman la antesala de lo que será el último de los rituales de la fiesta.

 

fuente: PN