30.000 hectáreas afectadas y alrededor de 20 millones de euros de pérdidas, entre daños en infraestructuras de caminos, naves y almacenes, además de en las cosechas, es el primer balance de daños que realiza Unión de Campesinos de Castilla y León, UCCL, por las inundaciones causadas por el desbordamiento de ríos y arroyos menores, tan sólo en la provincia de Burgos. En el conjunto de Castilla y León, en una primera estimación, la organización agraria cree que se han visto afectadas 150.000 hectáreas de cereal y que 150.000 toneladas de remolacha no se podrán entregar a tiempo, además de los daños en cultivos y en infraestructuras, lo que puede suponer pérdidas de entre 50 y 70 millones de euros.
UCCL pide una reunión con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, CHD, José Valín, y, en el caso de Burgos, también con el delegado de la Junta y con el subdelegado del Gobierno, para poder evaluar los daños y ver en qué grado de ejecución están las diversas obras de limpieza de cauces, entre otras. Además, la organización cree que las zonas inundadas deberían declararse como “Zona Catastrófica”, declaración que luego facilitaría la tramitación de las indemnizaciones.
En la provincia de Burgos, las comarcas que se están viendo más afectados por las crecidas y las inundaciones de ríos y arroyos son las del Riaza, el Odra y el Arlanza. Por ejemplo, en la zona del Riaza, de Milagros a Roa, de 1600 hectáreas,1.200 están a día de hoy inundadas, lo que provocará el retraso de la siembra de remolacha, patata y maíz. En conjunto, en Burgos, en una primera estimación, 30.000 hectáreas estarían afectadas, con pérdidas que alcanzarían los 20 millones de euros, ha lamentado el presidente provincial de UCCL, Félix Arribas.
Otra zona bastante afectada es la del Arlanza, Lerma y alrededores, entre 2.000 y 3.000 hectáreas, lo que supone alrededor 2 y 3 millones de euros de pérdidas. En este sentido, tal y como explica Dositeo Martín, miembro de la organización agraria y agricultor de la zona, parte de los daños por las riadas se podrían haber evitado con presas. Por ello, tanto la Confederación Hidrográfica del Duero como la empresa Fomento Construcciones y Contratas, FCC, y la propia Comisión de Seguimiento de las obras de la Presa de Castrovido, que se reunirá la próxima semana en Lerma, piden al juez de Salas de los Infantes que levante la orden judicial de paralización de estos trabajos, una vez ya han pasado 16 meses desde el accidente que costó la vida a cuatro trabajadores, se han investigado las causas y se ha reforzado la seguridad, además de que hay 58 millones de euros presupuestados para continuarlas.
En el caso del Odra, UCCL ve insuficiente la obra de regeneración medioambiental y control de avenidas que se está realizando allí, un plan gestado en 2004 pero cuyas obras comenzaron en 2012 ya que el río se ha desbordado en varios puntos, como en Castrojeriz, Villasilos y Villaveta, sobre unas 300 hectáreas inundadas, por donde pasa el arroyo Padilla.