Según este organismo de utilidad pública y sin án imo de lucro, esta edificación se encuentra en “riesgo, por su deterioro y ruina progresiva por abandono, las inclemencias y la vegetación que lo invade. Y está sometido a expolio”.
Destaca ‘Hispania Nostra’ que este edificio fue un convento franciscano fundado en 1440 sobre un monasterio anterior y que sirvió de refugio al cura Merino en la guerra de la Independencia. Explican que el monasterio fue expoliado e incendiado por la francesada en 1810 y abandonado en el 1835. La última intrusión en este lugar fue a principios del siglo XX, cuando se barrenaron los muros para usar su piedra en la construcción de una central eléctrica cercana.
Ahora, siglos después, esta construcción histórica se encuentra ubicada a orillas del futuro pantano de la presa de Castrovido, cuya conclusión está programada para 2012. Cuenta uno de los propietarios de los terrenos, de unas cuatro hectáreas, donde se enclava el convento, Jesús María García, que “nadie se ha acordado del monasterio hasta que se presentó el proyecto del pantano y llevo 50 años cuidando de estos terreno s. Lo he vallado para que no entren los animales ni los expoliadores”, dice.
El problema, relata este vecino, es que “el coste para rehabilitar esta construcción es demasiado alto para nosotros. Si yo pudiera arreglaría, al menos, la bóveda que no está tan deteriorada”. Jesús se apena al recordar la fachada de más de 50 metros del convento, barrenada para rellenar de piedras de sillería el pozo de la central eléctrica: “eso fue un crimen”.
Este hombre, enamorado del histórico convento desde que era niño cuenta que la romería y la misa en honor a Nuestra Señora de los Lirios de Alveinte, del día 8 de agosto, se hace gracias a la mediación de su primo, un fraile franciscano ya fallecido. “Me propuso celebrar una misa allí y se sigue haciendo desde hace 17 años” rememora.
El lugar, expoliado y barrenado, sigue deteriorándose sin remedio. Jesús asegura que “nadie se ha puesto en contacto conmigo para proponerme hacer algo en el c onvento, nunca”. Se conserva la cabecera de la iglesia, con una bóveda de crucería y varios ventanales de gótico florido, y algunos muros.
Si la Adminsitración o algún inversor privado no se interesan por estas ruinas, el antiguo monasterio seguirá deteriorándose y formando parte de la ‘Lista Roja’ de ‘Hispania Nostra’. Cabe explicar que esta asociación nació en el año 76 en sintonía con la organización ‘Europa Nostra’. Su finalidad es la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural español y su entorno.
En la actualidad, el encargado de la lista es el vicepresidente de la entidad, Carlos Morenés, y el objetivo de esta enumeración es el de “mover conciencias ante la necesidad de conservar nuestro patrimonio. La verdad es que sí se están consiguiendo cosas”, aseguran con optimismo desde la entidad, que se difunde en www.hispanianostra.org.
