Covaleda recupera este año la pingada del pino mayo en El Cubo


Jóvenes y vecinos de Covaleda, con la asociación juvenil los bretos, recuperan este año la tradición de la pingada del pino mayo en el municipio. Será el sábado día 4 de mayo, a las 13 horas junto a la ermita de San Cristobal, en el paraje de El Cubo.En Navaleno, el pino se acarrea el día 30 y se pinga el miércoles 1. San Leonardo de Yagüe y Molinos de Duero tienen previsto el acarreo y pingada del mayo el primer día del mes de las flores.

Los pinos mayo son ejemplares arbóreos del monte que destacan por sus características tanto “por la robustez, dimensiones y por lo que cubican”, destaca Crisantos, vecino de la comarca pinariega y que gusta de asistir a estos eventos. Los ayuntamientos conceden a los jóvenes el privilegio de poder elegir los pinos que consideren oportuno para que puedan ser aprovechados en la pingada o en la venta a fin de recaudar fondos para actividades a lo largo del año. 

En Pinilla de los Barruecos  la fiesta sigue guardando todavía esa esencia de siempre. En la Casa Consistorial “tenemos, como se hacía en los concejos, el rito de la compra-venta del pino y la reunión vecinal”, dice Carlos, quien considera un día grande la fiesta del mayo. 

En San Leonardo de Yagüe se vive todos los años una de las pingadas con mayor participación de Castilla y León. La pingada es el día 1 de mayo y se hace a las 13,30 horas, en la conocida Cuesta del Mayo, después de haber traído el pino del monte. La actividad organizada y asentada todos los años, concluye con una caldereta que degustan los presentes. El pino permanece frente a la iglesia durante todo el mes de las flores. 

En Navaleno, los mozos traen “a huevo” el pino hasta el solar ubicado frente al consultorio médico y la guardería. Se ha logrado unir a los jóvenes que acuden a por el pino al monte el 30 de abril, y entra de noche en el pueblo con la música de los gaiteros. Permanece vivo el recuerdo a Jesús López Abad, el joven fallecido, que fue durante años uno de los organizadores del evento. El pino se pinga en el mediodía del día uno. “En el día de la traída se unen todos los jóvenes”, dice Jesús, quien añade que “se intentó hacerlo con los bueyes pero a la gente les parecía que no hacían nada”. 

En Cabrejas del Pinar, se recuperaba la tradición en la pasada década, y el pino se erige en el centro de la población, entre la plaza y la iglesia, con la expectación popular tras la traída del monte al modo tradicional. La jornada antecede a la fiesta de Los Pimpollares, en la que la gente colabora en tareas vecinales. 

En Molinos de Duero también se recuperó en años atrás, y con muchas ganas. La traída se hace con los bueyes, y la pingada es toda una postal, junto a la iglesia de San Martín, y entre las casonas de piedra, con las sogas y las tijeras de madera. 

La Cruz de mayo 

En Salduero (Soria) se celebra el rito el día tres de mayo, coincidiendo con la jornada de La Cruz de Mayo, y se complementa con la misa en la ermita y la bendición de campos. Hasta los más mayores del lugar tiran de soga y colaboran en la pingada en la plaza, junto al río Duero. 

El pino se levanta entre los jóvenes de Vadillo y Casarejos, cerca de la iglesia de la Natividad, y en Talveila. Viven el mayo en estas fechas en Canicosa de la Sierra y el sábado 4 de mayo en Hontoria del Pinar  con danzas y trajes populares. Por la Virgen de Brezales en Espejón, el 16 de mayo. 

Parte de los vecindarios trasladaron el rito hace décadas a las fiestas patronales. Los jóvenes levantarán el pino mayo por San Cristobal en Quintanar de la Sierra, el 9 de julio. En los inicios de agosto en Vilviestre del Pinar, el 14 de agosto en Vinuesa donde se pingan dos mayos, uno en la plaza principal y otro junto a la ermita de La Soledad, y a finales de agosto en Regumiel de la Sierra. En el mes de septiembre la pingada se ha recuperado en Duruelo de la Sierra, coincidiendo con las fiestas de Los Cristos. 

Tijeras y sogas 

Los pinos mayo son talados en el monte por cuadrillas de jóvenes que se encargan de seleccionar los mejores ejemplares. Una vez transportados hasta las poblaciones, se ubican en el lugar de costumbre 

Las llamadas tijeras de madera y las sogas son los útiles necesarios para llevar a cabo la pingada del árbol. Primero se alza con las tijeras, que son varas en forma de X, y cuando ya está suficientemente alto se sujeta sólo con las cuerdas. El final llega cuando las estacas y la arena han fijado al pino al suelo para que no se mueva. 

El pino permanece en parajes, plazas y calles durante el mes de mayo. En algunos casos, el árbol se mantiene hasta el verano como parte de los atractivos de las poblaciones. 

Algunos investigadores de la tradición vinculan la pingada del pino al saludo anual a la primavera. Para otros, es una reminiscencia de algunas de las tradiciones celtas, que ha sobrevivido a diferentes cambios culturales. 

En varias poblaciones forestales la pingada va unida a la tradición de conseguir el tesoro, simbolizado en un detalle que siempre era colocado en la parte alta del pino. Todos coinciden en un rito pagano muy unido a la riqueza forestal y a la exaltación de la virilidad, transformado con el paso de los siglos en una fiesta fundamental en el calendario anual.La pingada de los pinos mayo hunde sus raíces en el pasado como muestra de arraigo con la naturaleza, demostración de virilidad, esfuerzo conjunto y actividad comunal. En distintos pueblos de Castilla y León se ha perdido esta tradicción y en otros se ha mantenido con el paso del tiempo. Varios vecindarios han modificado también las fechas en función de la presencia de los jóvenes.



fuente: PN